REFLEXIONES PANDÉMICAS (VII)
“¿DÓNDE ESTÁS, BERNADETTE?”
Un oasis en el desierto veraniego y alguna cosilla más.
Suele pasar en verano, no se estrena casi nada decente (y menos en Gijón, que dolor tener solo con un recinto de salas de cine), para colmo la pandemia y las restricciones.
Se preguntaba uno como se podían siquiera abrir cuando las dos veces que fui al cine en la Sala no había nadie, literalmente, solo mi esposa y yo. Entre eso y problemillas de salud (al menos nada que ver con el covid19), pues me quedé mudo y sin ganas de escribir nada en el blog.
Menos mal que el día en que decidimos ir a la sala nos llevamos la gratísima sorpresa de ver lo que se dice un PELICULÓN y, en mi caso, además con una alegría extra, pues estaba un poco cansado de ver siempre en el mismo papel y en la misma interpretación a la encumbrada actriz australiana Cate Blanchett (igual era solo manía o deformación mía) y resultó que está que se sale de modo absoluto, dejando atrás, aunque nada lejos, a sus acompañantes como trío protagonista, Billy Cudrup (un reputadísimo actor de teatro) y la jovencita Emma Nelson. Está basada la película en una exitosísima novela y no sobra nada, ni siquiera las perennes gafotas de sol negras de la protagonista. Pero claro, es que además el director es uno de esos autores de merecida fama Richard Linklater, del que se podría estar escribiendo páginas y páginas, ya alrededor de su famosa trilogía “ANTES DEL…” (amanecer, atardecer, anochecer) o de la curiosa “BOYHOOD” (rodada a lo largo de 12 años para ver la maduración real del niño protagonista).
No lo haré, quizá en otro momento, no quiero oscurecer la estrenada este verano, sencillamente fabulosa, que reflexiona sobre a donde nos lleva la vida, sobre la extravagancia, la creación artística y la relación familiar con una originalidad envidiable.
Bueno, a lo que no puedo resistirme es a citar brevemente la anterior película del director, “LA ULTIMA BANDERA”, que creo nadie debería perderse, pese a ser una película únicamente de diálogos entre tres exmarines veteranos de Vietnam, con personalidades absolutamente dispares, que van a recoger al cadáver del hijo de uno de ellos, fallecido en la Guerra de Irak.
Y visto el éxito de esta primera incursión, ardía de ganas de ver otra película super original ”LA FAMILIA QUE TU ELIGES” (que alguien me explique cómo coño le cambian el título original “THE PEANUT BUTTER FALCON” algo importante en la peli, por algo tan insulso…) que venía precedida con una fama de ser de los mismos productores de dos pelis que me maravillaron en su día, una muy afamada como fue “PEQUEÑA MISS SUNSHINE” (con un gran reparto y precioso guion) y otra menos exitosa, tildada de cine familiar veraniego a secas, pero a mi juicio sensacional “EL CAMINO DE VUELTA” (conde podemos ver de nuevo a un Sam Rockwell esplendoroso).
Los directores y guionistas eran novatos Tyler Nilson y Michael Schwartz y eso se les nota un poco, pues es un poco lenta en ocasiones y hay una escena final totalmente fuera de lugar por exagerada. Desde luego, la cosa era muy interesante para sus dos famosos protagonistas Shia LaBeouf y Dakota Johnson, que quieren elevar su tono interpretativo con papeles fuera de la común, pero claro, se ven superados en parte por el debutante Zack Gottsagen, un chico con Síndrome de Dawn entregado a su papel. Es una película muy emotiva y humana, partiendo de una trama sin duda inverosímil y estereotipada en ocasiones, pero se deja ver con gusto.
Se la ha criticado al compararla con otros films con personajes de este tipo (como “RAIN MAN” con Tom Cruise y el “autista” Dustin Hoffman), pero yo creo que era algo casi inevitable, si los españoles nos reímos mucho con “CAMPEONES” de Javier Fresser y los franceses nos pusieron el nudo en el estómago con “ESPECIALES” (ambas comentadas en este blog), pues lógicamente los norteamericanos tenían que echar su cuarto a espadas desde un punto de vista muy suyo, el pequeño héroe con el que todos nos solidarizamos y nos encanta que todo acabe bien, porque bastante malo tenemos alrededor últimamente.
Gijón, septiembre 2020.
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