Declaración de principios

Queridas lectoras, queridas cinéfilas (lógicamente me he puesto a la última y me dirijo a todas las personas que me leen):

El origen de este blog es sencillo, puesto que llevo años escribiendo para la revista del Colegio de Abogados de Gijón (edición semestral) y pensé estaba bien recopilarlos. Además, aprovecharé para hacer algún comentario puntual sobre este maravilloso mundo.

Y que nadie se confunda, no soy crítico ni quiero serlo. No los desprecio, pero muchas veces me cargan. Puedo admirar algunos, como el gran Kenneth Tynan que fue capaz de la autocrítica al decir aquello de: “Un crítico es un hombre que cree que sabe el camino, pero no sabe conducir el automóvil”. (He puesto la cita a vuela pluma y espero poder buscarla exacta, pues en otra versión no ponía el “cree que”.) Tampoco quiero profundizar, ya los puso a caldo Ernesto Sabato en su gran novela El túnel.

Por mi parte solo quiero aportar información y hacer comentarios, que sólo son los míos, la expresión de lo que me gusta o no me gusta, pues en el cine, como en el arte, cada uno tiene su gusto y no le podemos imponer otro. Ese es el secreto, pues por mucho que los críticos digan lo contrario, a muchos nos puede horrorizar una película, un guion o una interpretación.

Gracias a todas y espero que esto os sirva de algo, pues mis únicos objetivos son informar y entretener.


Estos son mis principios y como decía el inimitable Gruocho Marx, si no os gustan… tengo otros.

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