LA OPERA “AIDA” Y FRANCO ZEFFIRELLI.

 

“El éxito de Aida, como Ud. sabe, ha sido franco, decidido, libre del veneno de los si... y los pero… y de las crueles acusaciones de wagnerismo, de melopea, etc. El público se ha entregado a sus sensaciones y ha aplaudido. Ha manifestado lo que ha sentido sin arriére pensé. ¿Y sabe por qué?  Porque ahí no están esos críticos que se creen apóstoles, ni esa turba de maestros que de música solo saben lo que les enseña la imitación servil de Mendelssohn, de Schumann, de Wagner, etc… ni ese diletantismo aristocrático que por moda solo disfruta con lo que no entiende.”


Carta de Verdi a su amiga Clarina Maffei. 


“Cargo con la culpa de haberme negado a derramar sal frente a la estatua del emperador. ¿Usted sabe cómo hacían los primeros cristianos para escapar de las persecuciones? Rendían un homenaje formal a un dios en la tierra, que en nuestra época no es otro que el comunismo, la izquierda. Tomemos el ejemplo de Luchino Visconti. ¿Que él fue comunista? Yo lo he visto despedir sin miramientos a dos ayudas de cámara que se habían olvidado de peinar a sus gatos persas. Entendámonos: hizo muy bien en echarlos, pero... ¿comunista? De ningún modo.”


“Recuerdo cuando filmamos La terra trema, en 1947. Vivíamos entre gente pobrísima porque Sicilia, en ese momento, era una región de una pobreza medieval. Cada día Visconti tomaba un baño caliente a la mañana y otro a la noche en agua perfumada con esencia de Penhaligon, el perfume que uso hasta hoy, Hammam bouquet. Francesco Rosi y yo, que éramos sus asistentes, nos quedábamos de pie junto a la bañera con el fin de informarlo sobre el balance de la jornada y recibir sus instrucciones para el día siguiente. Después, el “comunista” Visconti nos saludaba y cenaba en la cama servido por su mayordomo.”


Franco Zeffirelli.



1.- ZEFFIRELLI Y LA OPERA.


Tocaba la cuarta ópera de la temporada en Oviedo y era nada menos que “AIDA” de Verdi, que siempre promete espectacularidad y emociones fuertes. Esta vez me llevé la gran sorpresa de que la escenografía era nada menos que la de Franco Zeffirelli (fallecido en 2019) que recordaba muy ligado al mundo del cine, pero que no había profundizado en su vinculación al mundo de la ópera o del teatro.


Conservar sus escenografías para futuras representaciones nos da una idea del tremendo prestigio de Zeffirelli en el mundo de la ópera, aunque su genio (o es posible que por una cierta megalomanía ligada al pasar de los años) desbordaba las posibilidades de un marco teatral clásico cerrado y le gustó intentar otro tipo de representaciones más populares, en escenarios al aire libre, como su último proyecto, que no llegó a ver por su fallecimiento, que era la representación de la ópera de Verdi, “EL TROVADOR”, en la Arena de Verona, grandiosa producción, opulenta y majestuosa, enmarcada en uno de los teatros al aire libre más grandes y bonitos del mundo/1. Esa fue su tendencia en los últimos años, lo que generó críticas de los puristas, lo cual en modo alguno evitó que se le siguiese venerando con sus montajes digamos clásicos (en los que llegó a incluir el ballet, como una famosísima representación de “Romeo y Julieta” de Prokofiev, con el gran bailarín y solvente actor  Mikhail Baryshnikov).


1/ https://www.beckmesser.com/arena-verona-lamenta-muerte-zeffirelli/

Precisamente en la Arena de Verona le hicieron un grandísimo homenaje tras su muerte.


Incluso tuvo la idea y el proyecto de representar la ópera “AIDA” en las propias Pirámides de Egipto, que como el mismo dijo en una entrevista jocosamente, dependía tanto de Alá como de Sadat, el presidente de la república árabe, pero no pudo lograrlo, aun a pesar de su insistencia. La cual nunca era poca si algo le interesaba, como le sucedió en su día en Moscú, cuando se estuvo representado para el mundo ligado a la jerarquía comunista su gran éxito cinematográfico “ROMEO Y JULIETA”, pidiéndole hasta la extenuación al ministro de cultura ruso que hubiera un pase con la sala totalmente llena de jóvenes de menos de 20 años, pues quería ver su reacción, como ya había hecho en otros cines del mundo. Y tras muchas largas cambiadas, el ministro Romanov le acabó confesando que era imposible, pues para el sistema los jóvenes no estaban preparados para pensar con su propia cabeza. Frase que el director luego acabó haciendo suya, a raíz de los hechos de la revolución de mayo de 1968 en Francia, llegando a afirmar que los jóvenes, en efecto, no podían participar en política, pues eran demasiado ingenuos y querían demasiadas cosas y demasiado rápidas, siendo mejor que se dedicasen a reflexionar, a sus estudios, a la cultura y las artes; de modo que estaba en contra de que tuvieran derecho al voto tan pronto.


Pero no podemos olvidar que lo que se siente en el mundo de la ópera es auténtica veneración por Zeffirelli como escenógrafo (sin dejar de lado que también fue director y diseñador de vestuario), estando entre esas pasiones, como no, la ópera “AIDA”, como podemos leer en Ópera Actual (abril 2023):


La ‘Aida’ de Zeffirelli sigue brillando en Japón.

El National Theatre de Tokio se halla en plena celebración de su 25º aniversario y esta vez le ha tocado el turno a la célebre Aida de Franco Zeffirelli, un montaje concebido en 1998 para la inauguración del teatro y que se repite cada cinco años, habiendo registrado en esta ocasión una ocupación completa en sus siete representaciones. La propuesta del regista italiano es conocida por la belleza de su escenografía y el número de intérpretes, bailarines y figurantes que conlleva. En el primer acto el telón se levanta para ilustrar el antiguo Egipto iluminado por una hermosa luz suave con efecto de tul. En la escena del triunfo, junto a la muchedumbre, aparece en escena una pareja de caballos con Radamés montando uno de ellos. La atmósfera azulada del tercer acto a orillas del Nilo se verá finalmente sustituida por la disposición del subterráneo con dos niveles para la acción en el último. Un espectáculo de innegable atractivo que ha propiciado una vez más el entusiasmo de los espectadores más jóvenes.


Pero no solo eso, sino como podemos leer también en esa misma web (marzo 2023):


‘Pagliacci’, uno de los espectáculos más bellos de Zeffirelli.

Para celebrar el centenario de Franco Zeffirelli, nacido en Florencia en 1923 y fallecido en Roma en 2019, el Teatro dell’Opera de la capital italiana repuso su montaje de Pagliacci, uno de los más bellos espectáculos creado por el regista en este escenario; estrenada en 1992, la producción no ha perdido nada de su eficacia a pesar del tiempo transcurrido. La propuesta se basa en dos elementos principales: el primero es la espectacular escenografía del propio Zeffirelli, que reproduce el pobre suburbio de una gran metrópoli y, el segundo, la gran cantidad de comparsas que pueblan la escena para sugerir la vida en un barrio popular, con presencia de acróbatas, niños, viejos, prostitutas, malhechores, marineros, etc., siempre en continuo movimiento. Había el riesgo de que todo ello pareciera excesivo, pero la extraordinaria habilidad de Zeffirelli para mover las masas y a los protagonistas aporta una irresistible teatralidad a la ópera de Leoncavallo y a la trágica historia de los pobres comediantes, que aquí parece más conmovedora que nunca. La dirección escénica ha sido reproducida por Stefano Trespidi, colaborador de Zeffirelli en sus últimos años.


La clave principal de su éxito estuvo, aparte de la participación en el trabajo artístico de crear decorados y vestuarios (estudió bellas artes), en una erudición e investigación tremendas, sumadas a un amor por el espectáculo operístico impresionante. Como dijo uno de sus discípulos Mario Pontiggia/2:


2/https://www.plateamagazine.com/20-platea/articulos-platea/6987-franco-zeffirelli-in-memoriam-testimonios-de-giancarlo-del-monaco-mario-pontiggia-daniel-bianco-y-emilio-sagi


Aquí esta incluso la opinión de nuestro venerado Emilio Sagi, más escueta que el resto pues se ve que no tuvo ocasión de trabajar con el florentino.


La figura de Zeffirelli es sumamente relevante porque para gran parte del público sus montajes son la forma ideal de lo que se considera hacer ópera. Y ese mismo modo de concebir la lírica le granjeó numerosas críticas, quizá exageradas, por parte de quienes pasaban por alto su enorme documentación, su gran sensibilidad y su extraordinario conocimiento del oficio. Zeffirelli concebía la obra en su totalidad, partiendo de unos bocetos maravillosos. Su dominio del movimiento de las masas, por ejemplo, era ejemplar. Sin duda la suya fue una figura tan emblemática como compleja y polémica. Si uno piensa que estuvo activo en todo el mundo desde los años cincuenta hasta los principios del siglo XXI... y no solo en la lírica, también en el teatro, en el musical y por supuesto en el cine, entonces es imposible obviar su relevancia.


Su pasión por “AIDA” no puede negarse y relacionado con ello está que realizó una película de otro enamorado de la misma: “EL JOVEN TOSCANINI” de 1988 (interpretada por Elisabeth Taylor y Charles T. Howell a quien podemos recordar como debutante en la mítica “E.T.” de Spielberg), cuya vida es muy interesante, aparte de ser considerado el mejor director de orquesta de la historia con el mal carácter más increíble que uno se puede imaginar,  sumando a ello una rebeldía a prueba de bomba, llegando a enfrentarse a los fascistas italianos (lo que conllevó recibir una brutal paliza) y a negarse a ir a Alemania al famoso festival wagneriano, pese a las insistencias de Hitler, por su rechazo a la persecución de los judíos. Pues bien, Toscanini consiguió debutar como director por saberse la citada ópera de memoria (había viajado a Brasil con una compañía como violonchelista, al no aceptar las normas de la Scala de Milán, cuando en un ensayo el director dimitió y él se ofreció para sustituirle, comenzando entonces su renombrada carrera como conductor).


La impronta y la fama mundial de Zeffirelli le llevó a trabajar en los mejores teatros operísticos del mundo, con montajes que fueron admirados y muy recordados. Y podría decirse que es menos conocida, pero no menos espectacular, su labor en el mundo del teatro (al que quiso dedicarse también tras ver en Londres a Laurence Olivier representando el “ENRIQUE V” de Shakespeare) brillando en múltiples escenarios como el Old Vic de Londres, pudiendo no solo citarse varias obras del Bardo de Avon, sino por ejemplo “UN TRANVÍA LLAMADO DESEO” de Tennesse Williams; incluso fue el introductor del gran dramaturgo italiano Luigi Pirandelo en los escenarios londinenses. 


Como el mismo dijo en la maravillosa entrevista en RTVE que luego citaré, su carrera fue a la inversa de su maestro y amante Luchino Visconti: el empezó en la ópera, pasó luego al teatro y finalmente al cine, cuando el aristócrata milanés lo hizo justo a la inversa (posiblemente celoso por él éxito de su amoroso pupilo, cuyas punzantes opiniones ya reflejé al principio).


En sus trabajos operísticos como director le daba especial importancia a su relación con los artistas para que plasmasen lo mejor de sí mismos, pero jamás sin desatender la propia estética del espectáculo. Tuvo relación intensa con las grandes estrellas del bel canto (incluido nuestros grandes Montserrat Caballé y  Plácido Domingo, rodando con este último una versión fílmica de “LA TRAVIATA”) pero la más especial de todas fue sin duda con María Callas, de quien dijo que estaba realmente enamorado y se hubiese casado con ella de haber sido posible, a pesar de su innegable homosexualidad (en aquellos tiempos aun no confesada) y, de hecho, una de sus últimas películas es un biopic de la gran diva, de 2002, protagonizada por Fanny Ardant y con Jeremy Irons.



Otra de sus estrellas super admiradas era la italiana Ana Magnani, a la que dirigió varias veces en teatro, a la que consideraba la mejor de las mejores sin duda alguna. La vida de la gran estrella da para un artículo entero sin duda, con sus azarosos comienzos, llegando a cantar en clubes nocturnos para poder vivir, participar en espectáculos cómicos del legendario Totó y una carrera intensa en los escenarios (se dijo de ella: “... es como trabajar con fuego, puede prender fuego a todo el teatro. Se debe mantener el fuego vivo sin incendiar el teatro.”), llegando a cine como un volcán tras la inmensa película “ROMA, CIUDAD ABIERTA” dirigida en 1945 por Roberto Rosselini (que fue además su amante varios años, en airada competencia final con Ingrid Bergman); incluso triunfó en el cine norteamericano sin hablar inglés (el gran dramaturgo Tennesse Williams escribió para ella su famosa obra “LA ROSA TATUADA”).


Es el propio director el que contó la anécdota de que, sin saberlo, invitó a cenar a su casa a las dos divas por error, sin que ellas naturalmente lo supieran, asistiendo primero la romana que empezó a montar el gran escándalo con su arrebolado carácter italiano, pero a la llegada la griega, con su dulzura y clase, se consiguió apagar el incendio… y todo fue a las mil maravillas. 

Y ¿cómo no iba Zeffirelli a dedicarse a la ópera? Parece que estaba predestinado si tenemos en cuenta que fue fruto de una relación extramatrimonial, sin que ninguno de sus dos progenitores pudiese darle su apellido, por lo que su madre Alaide Garossi, diseñadora de moda (ahí también irían genes) decidió ponerle el de Zeffiretti, que es un personaje de la ópera de Mozart, “IDOMENEO”, luego, un error del funcionario florentino, cambió las dos “t” por dos “l”. Incluso hay recientes investigaciones que afirman que su padre Ottorino Corsi, oriundo de Vinci, era descendiente de un hermano de Leonardo, el gran genio toscano.


Una buena forma de terminar esta primera parte es referirme a esa maravilla que podemos encontrar en internet, que es la larga entrevista del gran periodista Soler Serrano para RTVE que forma parte de una colección sensacional que ha sido restaurada con esmero/3, que es muy recomendable por los personajes que los que en ella podemos disfrutar.


3/ Se puede encontrar en la web de RTVE y el YOUTUBE:

https://www.rtve.es/play/videos/a-fondo/fondo-franco-zeffirelli/5283321/

https://www.youtube.com/watch?v=Bn9c67nxrpA&t=3279s



Ahí nos encontramos el personaje en su plenitud vital y artística, sin duda eufórico por el gran éxito que entonces tenía a nivel mundial la película “CAMPEÓN” de la que luego hablaremos, soltando sus ideas con absoluto desparpajo, convencido de su razón e incluso superioridad moral y artística (aparte de -por supuesto- múltiples anécdotas e historias de enorme interés). 


Defecto o virtud -la sinceridad- que fue incrementándose con el paso de los años y así más tarde podemos encontrarnos con opiniones y confesiones que nos van a dejar estupefactos, aunque hay que pasarlas por el filtro de que era una persona con muchos más años y a la que ya todo el mundo se había rendido con homenajes y alabanzas desenfrenadas, aparte de haber pasado por el mundo de la política de la mano de Berlusconi, como veremos seguidamente. Precisamente en esa entrevista de 1979 se quejaba amarga pero su vez un tanto irónicamente de que no era profeta en su tierra… y ya hemos visto en las citas del principio por donde iban sus ideas del motivo de ello, lo cual cambió con el paso de los años, pues como el mismo le decía a Soler Serrano, había nuevos tiempos para el liberalismo y la derecha con las llegadas de Margaret Thatcher y Ronald Reagan. 

DICIEMBRE de 2024.


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