”CIUDAD SIN PIEDAD”.

 


MUCHO ANTES DE “JAURÍA” Y LA MANADA.



“Cuando hice “Espartaco” durante la Era McCarthy, estábamos perdiendo nuestra libertad. Fue una manera horrible, horrible. McCarthy vio comunistas en todas partes, en todos los niveles de gobierno y se concentraron en Hollywood y especialmente en los escritores de Hollywood.”

Kirk Douglas.


“Y a la sociedad entera que creo que realmente es la destinataria de la obra La Jauría, les mando un mensaje de que hay que ponernos la pila ya, para acabar con esta sociedad de la violación, con esta cultura de la violación y con esta cosa de utilizar a las mujeres como objetos para el placer del hombre.”

Marta Hervás, protagonista de la obra “Jauría”.


«Debo de ser una buena ama de casa, porque cuando me divorcio, siempre me quedo con la casa».

«Creo en la familia numerosa; toda mujer debería tener como mínimo tres maridos».

«Ser macho no prueba mucho».

«Nunca odié lo suficiente a un hombre como para devolverle sus diamantes».

Frases de Zsa Zsa Gabor.


No había oído hablar de la obra de teatro “Jauría”, basada en el famoso juicio a raíz de la violación grupal que tuvo lugar en Pamplona en el año 2016, el famoso caso de La Manada, que pretende utilizar únicamente frases del juicio celebrado ante la Audiencia Provincial (se califica, por tanto, de teatro documental del que yo no soy muy partidario, no lo disfruto ya que puedes saber de qué va la cosa casi al detalle, si bien cada obra puede ser diferente y alguna atractiva). He usado la definición violación grupal, porque es la que resulta de la Sentencia firme que acabó con el proceso, o sea, que se trata de la “verdad judicial”; no se puede ni se debe entrar en polémica alguna sobre otras opciones/1 si no se ha leído todo el sumario y si no se ha estado presente en todas las sesiones del juicio.


1/ Las dos Sentencias de los tribunales navarros lo calificaron solo de abuso y tuvo que ser el Tribunal Supremo quien lo calificase finalmente de violación.


La obra (escrita por Jordi Casanovas y dirigida por el gran hombre de nuestro teatro Miguel del Arco) puede ser, evidentemente, repulsiva, su fin es que sirva de algo bueno para las mujeres y para nuestra sociedad, algo de lo que no estoy tan seguro, pero ojalá sea así. Hay quien podría decir que sirve para monetizar la tragedia, pero es inevitable. Por otro lado, tanto la protagonista de las primeras representaciones (ver cita) y el director han hablado de la necesidad de ir contra la cultura de la violación, algo que me ha puesto los pelos de punta y sobre lo que luego volveré.




La obra ya estuvo en Barcelona y luego se fue de gira, para recalar en Madrid del 7 al 24 de noviembre, que así me enteré de su existencia al verla anunciada en la calle.


Y, ante esto, no había más remedio que escribir algo sobre una película de 1961, drama judicial, que fue una coproducción internacional (estadounidense, suiza y alemana) rodada íntegramente en Alemania y protagonizada por Kirk Douglas, titulada “CIUDAD SIN PIEDAD”, que se puede ver gratuitamente en YouTube (lógicamente en su versión doblada).



Las similitudes son evidentes, pues en una Alemania aun bajo el control de los vencedores, concretamente en el sector estadounidense, cuatro soldados violan a una chica de dieciséis años, desarrollándose el juicio correspondiente, en el que se pide la pena de muerte para los cuatro acusados.


A partir de ahí es cuando la figura del protagonista cobra todo su peso, porque el mayor que defiende a los acusados debe luchar con todas sus fuerzas para evitar esa máxima pena, jamás buscando la absolución de sus defendidos (él no duda de su culpabilidad y de lo horrendo e injustificado del crimen), lo cual va a conllevar el jugar lo más duro posible y eso va a suponer poner en entredicho la actuación de la víctima, como única estrategia de defensa, a fin de demostrar que pudo haber provocado a sus violadores, como vía atenuante para poder rebajar sus penas.


Esto le causa absoluta repulsión al defensor interpretado por Kirk Douglas, pero el dilema moral debe resolverlo primando en modo absoluto sus obligaciones profesionales para la defensa de sus clientes, que por otro lado le es obligatoria. Y como sabe que eso va a resultar muy duro y especialmente perjudicial para la víctima, trata de evitar la celebración del juicio, lo cual sería posible si se llegase a una conformidad a la hora de fijar la pena de los acusados, evitando la de muerte; pero esto no lo logra por la cerrada oposición de los padres de la menor, cuya opinión no se tiene en cuenta.


A partir de ahí, la actuación de la gran estrella de cine norteamericano es muy buena, plasmando su faceta de aguerrido defensor y la contradicción interna de tener que actuar como lo hace, sin otra alternativa que hacer uso de todo lo que pueda beneficiar a sus defendidos. El final, se lo pueden imaginar, es una tragedia y la película te deja un regusto muy amargo cuando finaliza.


Esta película se basaba en la novela “Das Urteil” (El veredicto) de 1960, del escritor alemán Gregor Dorfmeister, que escribió bajo el seudónimo de Manfred Gregor. Por sugerencia de Kirk Douglas, que siempre escogía sus rodajes como gran estrella que era, pues además se implicaba en los mismos, el guion fue reescrito por el gran Dalton Trumbo, si bien no sale en los créditos. 


Como es bien sabido, el actor presumía de haberse saltado la lista negra de Hollywood a fin de contratar a Dalton Trumbo para la gran película de Stanley Kubrick, “ESPARTACO” (1960), más luego dijo que no se atrevió a dar publicidad a su trabajo en esta otra, para no verse el mismo afectado por tal lista negra dada su excesiva asociación con el marginado escritor de ideas comunistas/2.


2/ Un artículo interesante pero quizás demasiado elogioso del actor es este: https://www.lajiribilla.cu/dalton-y-kirk-contra-la-histeria-anticomunista/



La película merece mucho la pena, porque la trama va desarrollándose con agilidad e intensidad, contando con un buen elenco de intérpretes estadounidenses y alemanes.


La banda sonora de la película es del famoso Dimitri Tiomkin (ruso que huyó de la revolución soviética y luego ganó 4 premios oscar), que también escribió la música de la canción del título, con letra de Ned Washington, interpretada por Gene Pitey (famoso a partir de ello) e incluso estuvo nominada al oscar. 


Resulta muy interesante detenernos en la figura del director de la cinta, Gottfried Reinhardt, exiliado alemán huyendo del régimen nazi, cuya carrera en USA fue un tanto irregular, aunque como productor y director pudo trabajar con grandes estrellas, si bien acabó dirigiendo al final películas alemanas tras la guerra.


A Kirk Douglas lo había conocido y dirigido en una curiosa y muy famosa película romántica de 1953, “TRES AMORES” (”THE STORY OF THREE LOVES”), con un gran reparto, pues aparte del citado estaban Pier Angeli, Ethel Barrimore, Leslie Caron, Farley Granger, James Mason, Agnes Moorehead, Moira Shearer y nada menos que Zsa Zsa Gabor/3. Eran tres episodios y el primero fue filmado por el gran Vicente Minnelli. Música nada menos que de Miklos Rózsa, aunque también hay partes del sensacional Sergei Rachmaninoff.


3/ La hermosa húngara coleccionista de maridos, nada menos que nueve más varios idilios famosos, dotada de un acento muy especial y un gran desparpajo, cuya vida daría para muchísimo y muy divertido, aunque su carrera artística no es destacable, pero si la podemos ver en un pequeño papel, con hermosos 41 años, en la obra maestra de Orson Welles, “SED DE MAL”.


Pero quizá más remarcable es hablar del padre del director, Max Reinhardt, que fue uno de los grandes renovadores del teatro moderno, con una de esas vidas agitadas y marcadas por la huida del nazismo, recalando en USA.


Su carrera profesional destaca especialmente por su dedicación al teatro, desde el de cámara (reducido número de espectadores y decorados intimistas, donde la labor de los actores era fundamental pues estaban muy cerca del público) al de las grandes representaciones (como las famosísimas que tuvieron lugar en el llamado teatro de los cinco mil espectadores, creado dentro del recinto de un gigantesco circo en Berlín), siendo una referencia mundial no solo para la formación de actores y el desarrollo del expresionismo alemán, sino además por la formación en su compañía de futuros directores de cine tan destacados como F.W. Murnau, William Dieterlei o actores como Max Schreck (protagonista de la famosísima película “NOSFERATU” del primero de los directores). Incluso su impulso renovador le llevó a encargar decorados el famoso pintor noruego Edvard Munch. 



Como director de cine tiene cuatro películas mudas en Alemania con destacadas innovaciones como el uso de la música, escenarios diferentes, gran numero de extras, primeros planos de los actores y una nueva forma de actuar que huía del naturalismo. En su vida norteamericana creó una compañía de teatro muy apreciada por los actores estadounidenses y a la que se unieron muchos otros alemanes huidos como él. Allí solo codirigió junto a William Dieterlei una famosa y quizás la mejor versión de la inmortal obra de Shakespeare, “SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO” (1935), que contaba nada menos que con Olivia de Havilland, Ian Hunter, James Gagney, Mickey Rooney y Dick Powell.



Las escenas de ballet de este film fueron nada menos que de Bronislava Nijinsky, hermana del famosísimo mito de la danza bailarín y coreógrafo Vaslav (nacido en Kiev pero de origen polaco, aunque él siempre se consideró como tal pese a que casi no sabía hablar esa lengua).



Volveré a la cuestión ya planteada, sin que tenga gana alguna de polemizar con nadie, como es hablar de la llamada Cultura de la violación, que es un concepto elaborado en USA en los años 70 por unas pensadoras feministas muy activas, que lo extendían a toda la sociedad, incluida las más desarrolladas (con más insistencia en estas, claro está, pues es donde su mensaje tenía mayor calado y difusión). Concepto que hoy día se define como: La cultura de la violación es un concepto sociológico que describe a esta violencia como un problema social que es aceptado y normalizado, una “mochila cultural que llevamos todos puestos” y que abarca una amplia variedad de prácticas nocivas que permiten que se normalice y justifique la violencia sexual/4.


4/Fuente “Redacción Feminista”.

 


Está claro que hay que pensar en ello, pues a pesar de que las estadísticas no son tan elevadas en cuanto a violaciones con condena y si lo son más en cuanto a abusos sexuales (tómese “elevadas” como un dato que pretende ser frío, porque para el que esto escribe una sola violación o un solo abuso es algo abominable en cualquier lugar del mundo), las noticias recientes hacen que nos podamos plantear que algo está fallando. Véase recientemente la violación de una menor en Gijón o la polémica de un alcalde del PP (ojo antes era de VOX) en un pequeño pueblo de Ávila, cantando en sus fiestas una canción con evidente apología del abuso y la pederastia, como si fuera algo gracioso y tradicional de sus fiestas… 


Y sin la más mínima gana de entrar en batallas o criticar la labor de las asociaciones feministas, si quiero dejar plasmado que yo lo que hecho en falta son medidas más eficaces y más duras de prevención y de castigo, pues parece que los dineros van más a la propaganda y a los falsos estudios que a combatir una lacra horrorosa e injustificada en un país que se tilda de democrático y avanzado (uno de mis recuerdos más sangrantes fue un pleno del congreso donde una ministra del PP anunció a bombo y platillo más de 150 medidas contra la violencia de género, que ya vimos el éxito que han tenido, continuando luego la gestión gobiernos supuestamente más progres con más de lo mismo). Como, desde luego, no se puede echar la culpa a la inmigración o a las clases más desfavorecidas (las estadísticas les dan mayor porcentaje, tampoco tan grande, siendo ese es un detalle menor y sin importancia real) lo que de verdad me pregunto es ¿no habremos hecho muchas cosas mal en estos cincuenta años de democracia, como por ejemplo en la educación, para que nuestra situación no sea mejor de la que es?  


Y en cuanto a castigos, que voy a decir, quizás me llamen cavernícola, pero soy mas radical que las feministas radicales de antaño; diciendo esto con ironía, pues sufrí un shock cuando la reciente y polémica rebaja de pena a los violadores y abusadores, propiciada por los partidos más a la izquierda, que luego se rectificó sin evitar la salida temprana de criminales sexuales a la calle. Lo sucedido fue que hablando con un notorio ideólogo de Sumar, en una agradable cena post conferencia en una de esas sidrerías de Gijón que sueltan la lengua de los comensales, tras rebatirle yo que la culpa de las excarcelaciones la tenía los jueces, me acabo confesando, no se si por descuido o por verse sin argumentos o por la sidrina, que ¡las penas en España eran todas elevadas y había que bajarlas!; o sea, que fue algo hecho a propósito, sin decirlo nadie abiertamente y en absoluta contradicción con los mensajes feministas que acusan a otros de los fallos del sistema y que tratan a los hombres como animales despreciables y peligrosos (una exalcaldesa de Gijón dijo una vez algo así como que “me gustaría creer que los hombres eran animales racionales”). 


Otro de mis biorritmos va al pensamiento de que hay además demasiada publicidad a estos trágicos hechos cuando se producen lo cual genera “efecto llamada” para los degenerados, pues los medios los venden muy bien y el público parece que los deleita con fruición a pesar del asco que producen; respecto a lo cual no habría otra solución que una autocensura, incompatible con el ánimo de ganancia de las cadenas.


También me puede desmoralizar un poco, si la realidad del mundo desarrollado es peor de lo que creo, pensar en las numerosas películas que incluyen violaciones y abusos sexuales en sus argumentos, que se ve que es algo que tiene tirón (como las mismas noticias que ya he citado) con al menos tres líneas de tipo de películas: venganza tras el abuso, enjuiciamiento tras el crimen con polémica o castigo y simplemente terror.


El tema da para un estudio, así que hilando con el antedicho concepto de las feministas, puedo recomendar un artículo muy interesante publicado en la revista de cine por internet MUTACIONES: “El cine y la cultura de la violación” de la actriz, cantante, bailarina, violinista y escritora Sherezade Atiénzar/5. 


5/ https://revistamutaciones.com/el-cine-y-la-cultura-de-la-violacion/


La verdad es que me ha parecido un análisis muy interesante que va desde film clásicos como “FRENESI” de Hitchcock o “LA NARANJA MECÁNICA” de Kubrik, a cosas más modernas y mucho menos conocidas como “HOUNDDOG” de Deborah Kampmeier de 2008.


La revista MUTACIONES es muy atrayente y está conectada con la revista CAIMAN Cuadernos de Cine (que vendría a ser la heredera de la versión española de los famosísimos “Cahiers du Cinéma” de Francia que marcaron una época).


La verdad es que este artículo debería continuar con análisis o referencia de películas de este estilo, cuya lista me temo sería interminable, así que tendré que dedicarle uno completo a ello, espero no retrasarme mucho. 


NOVIEMBRE 2024.


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