“LOS PEQUEÑOS AMORES”
SEGUNDO LARGO DE CELIA RICO,
CON ADRIANA OZORES AL FRENTE,
AMBAS PREMIADAS EN
EL FESTIVAL DE MÁLAGA.
“A los 40 te atrapa más lo que no te ha pasado que lo que te ha pasado. Igual no nos tenemos que instalar tanto en las expectativas de los otros, sino en lo que nos pasa y en lo que tenemos en el presente.
“Me gusta fijarme en esos gestos subterráneos, en esos silencios perdidos, esas miradas cotidianas que dicen mucho más que las palabras”, dice.”
Celia Rico.
Tengo que confesar que con la tarde libre en Madrid fui a verla porque era la única que me encajaba de horario, aunque no niego que el cine español me gusta mucho y siempre estoy deseando ver algo bueno, que hay mucho.
Eso sí, uno se queda asustado al ver en los créditos de la película la cantidad enorme de patrocinios y subvenciones que tenemos por medio (incluso hay créditos fiscales que se venden para desgravar impuestos, algo que está muy en boga hoy día) con lo cual uno se pregunta si vamos en el camino correcto, pues el cine no es sino una industria, un negocio. O sea, ¿creamos mejor con tanta ayuda o deberíamos dejar a que el público premie a los que lo hagan bien?
El cine tiene para mí siempre algo de arte y quizá una postura intermedia pueda ser aceptable, sobre todo porque hay que dar oportunidades a los que empiezan para que no se pierdan muchos grandes talentos. Llegar a la obra creativa no es fácil y por eso muchos grandes profesionales tienen que dedicarse, para poder vivir, a cine publicitario o filmar eventos, etc.
Volviendo a la película, me llevé además la agradable sorpresa de que al final intervendría la protagonista Adriana Ozores (una de nuestras mejores actrices, sin duda alguna) para charlar con el público que casi llenaba la sala (da gusto ir al cine en Madrid y no verlos vacíos).
Vaya por delante que la peli es agradable, se deja ver con gusto, aunque alguna parte sea un poco lenta y la sensación es que nos han contado una historia de relaciones personales con agrado y sensibilidad. Eso sí, varios comentarios al final coincidieron en que la historia se había quedado corta y se esperaba más trama o desarrollo.
Adriana Ozores dijo que para ella la película trataba de la soledad, pero yo creo que los espectadores mas bien coincidimos en que trataba de la relación entre una madre y una hija que están un tanto alejadas, pues viven lejos una de otra.
Y sí, realmente parece que es así pues la directora ya había tratado ese mismo tema de relación madre-hija en su primer largometraje de 2018, “VIAJE AL CUARTO DE UNA MADRE” que contaba con Anna Castillo, Lola Dueñas y Pedro Casablanc. Ya vemos, pese a que su primera peli ya cosechó algunos premios, ha tardado cinco años para poder hacer su segundo largo y es que es muy duro hacerse un hueco en nuestro cine.
La película tiene parte autobiográfica, al menos emocionalmente y es ella misma quien escribió el guion, pues como podemos leer en Telva:
Cuando empezó a escribir el guion de esta película, Celia Rico aún no había cumplido cuarenta años. Pasó la temida barrera durante el rodaje. Y ahora ha cumplido 41. “Estoy en la bisagra -dice-. Me acerco a una edad en la que me queda cada vez menos tiempo para decidir si quiero ser madre. Mis amigas también están en ese momento. Me pregunto qué significa ser hija a mi edad, porque cada vez es mayor la posibilidad de ser hija sin ser madre. Surgen muchas preguntas que me conducen a esta película”.
La sensación en todo caso es agradable, no solo con la relación madre (Adriana Ozores) e hija (la gallega María Vazquez), sino con otros personajes secundarios, entre los que destaca el interpretado por un meritorio Aimar Vega (ya lo vimos en la excelente película carcelaria “MODELO 77”).
El ritmo es pausado, sin duda, pero es que a la directora le gusta:
Tampoco lo hago a propósito. Trato de ser fiel a las cosas que para mí merecen la pena. En mi vida cotidiana, intento no contagiarme de la urgencia, de la vorágine a la que estamos expuestos. Es difícil mantenerse al margen del torbellino. Necesito darme tiempo y espacio para la reflexión interna, para pensar bien cómo me afectan las cosas que suceden a mi alrededor y cómo afecto yo a mi entorno con mis acciones. Dentro de lo posible, quiero encontrar la delicadeza en lo que hago. No lo digo a la ligera. Quiero ser valiente a la hora de buscar los matices de la ternura.
En suma, fenomenal, pero igual tendría que ir pensando en arriesgarse más.
De hecho, hasta el título “LOS PEQUEÑOS AMORES” resulta poco ilustrativo de lo que sucede en la película, aunque Adriana Ozores tratase de explicarlo relacionándolo con el amor que sienten madre e hija, mas no es suficientemente evocador. De hecho, yo pasé parte de la película esperando a que hubiese alguna mini historia de amor, pero el único atisbo de ello era la relación de la hija con un hombre casado y en supuestos trámites de separación, pero que no dio nada de sí, salvo la frustración de un viaje para verle, por tener que quedarse con la madre, lesionada en pierna y muñeca.
A punto estuve, pero no tuve tiempo, de decirle a Adriana que lo que más me gustaba del título era que me sonaba y me recordaba a “LES PETITES MOUCHOIRES”, que es el título original de esa sensacional película francesa de Guillaume Canet sobre la amistad, que aquí se llamó “PEQUEÑAS MENTIRAS SIN IMPORTANCIA”/1 . Pero lo cierto es que nada que ver una cosa con la otra, evidentemente, para mí era solo un bello recuerdo cinematográfico.
1/ Esa expresión popular francesa “los pequeños pañuelos”, trata precisamente de las pequeñas y no maliciosas mentiras de las que todos hacemos uso en la vida diaria para no molestar a los que queremos o causar problemas en nuestra relación.
Ahora bien, el caso de Celia Rico igual es comparable al de esa gran cineasta llamada Carla Simón, que a pesar del triunfo con su excelente primer largo “VERANO 1993”/2 (una historia familiar tranquila, emocionante y positiva) de 2017, solo ha conseguido rodar su segundo largo, también meritorio, “ALCARRÁS” en 2022 (película ecologista ligada al mundo rural), que al haber ganado el Oso de Oro en Berlín, esperemos le sirva de trampolín para filmar más asiduamente.
2/ Su protagonista masculino es el excelente actor David Verdaguer, que protagoniza ese estupendo biopic sobre el famoso humorista Eugenio llamado “SABEN AQUEL”, por el que consiguió el Premio Goya de este año.
MARZO 2024.
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