“DESAYUNO CON DIAMANTES” (II)
UNA PELÍCULA MÍTICA,
PERO UNA NOVELA MUCHISIMO MEJOR.
“Soy alcohólico, drogadicto y homosexual. Soy un genio.”
“La vida es una buena obra de teatro con un tercer acto mal escrito.”
Truman Capote.
Como anuncié, toca ahora Truman Capote y su espléndida novela.
En el año 1960 aun no era la celebridad en que luego se convirtió y cedió los derechos de su novela por una buena suma, más no elevada cantidad de dinero, pero sin conservar control alguno del resultado final como ya dije. Quizás gracias a eso la película es una de las míticas de la historia del cine, pues si el escritor hubiese exigido más fidelidad a su relato hubiera sido imposible rodarla en aquel entonces.
En todo caso, Capote ya era un personaje destacado en el mundillo literario y periodístico, con dos exitosas y llamativas novelas. Su debut “Otras voces, otros ámbitos” de 1948 (en parte autobiográfica y de temática abiertamente homosexual) y “El arpa de hierba” de 1951 (muy valorada por su humor y sensibilidad). Incluso había escrito el guion de “LA BURLA DEL DIABLO”, una alocada película dirigida por el insigne y versátil John Huston y con un gran reparto que cuenta con Humphrey Bogart, Jennifer Jones, Gina Lollobrigida, Peter Lorre y Robert Morley.
Tuvo incluso una exitosa seria de entrevistas para el periódico The New Yorker (ahora hay una selección de ellas que es máximo interés y se leen con regocijo, editada por Lumen y llamada “Retratos”), entre las cuales siempre se destaca la del año 1956 a Marlon Brando, que tuvo lugar en Kioto cuando la estrella rodaba allí la peli “SAYONARA”. Estaba dirigida por Joshua Logan un meritorio realizador, cuya película más famosa puede ser donde hizo cantar a Clint Eastwood y Lee Marvin, “LA LEYENDA DE LA CIUDAD SIN NOMBRE”; el cual dijo que Brando era el mejor actor del mundo, pero que no había tenido manera de comunicarse con él, lo cual le pasaba a todo el equipo de rodaje pues se desconectaba totalmente en cuanto se dejaba de trabajar; la verdad es que el actor era así de raro o incoherente, pues como contó Capote había decidido actuar en esa película para trabajar con el director, al que consideraba muy bueno en cine y en teatro.
Por otro lado, parece ser que no fue tanto una entrevista como una larga perorata del actor, que dio múltiples detalles íntimos de su vida, que el escritor evidentemente usó en su artículo y esto enfureció a la estrella que había entendido fueron off the record, llegando Brando a amenazarle con una demanda e incluso con matarle.
Capote no era tonto y tenía claro su objetivo (esto se repitió más veces en su vida), pues sabía que el actor sería una fuente difícil de entrevistar, por lo que practicó ejercicios de memoria durante un año, para así asistir a la reunión sin una grabadora de voz, la cual —con presencia— podría haber alterado las respuestas de Brando. De esta manera, escribió un perfil en el que se profundizó por primera vez en aspectos de su vida privada, todo a partir de cerca de siete horas de conversación, en las que el alcohol jugó un papel decisivo en las declaraciones de la estrella. Según comenta Capote en su reportaje, Brando tendía a hablar de manera —casi— ininterrumpida, costumbre que excusaba con la premisa de que las personas tendían a no hablarle, para así escuchar lo que él tuviese que decir. De esta manera, el escritor sólo intervino en ocasiones específicas, mientras que el actor detallaba episodios cada vez más específicos de su vida /1. El trabajo del escritor es mucho más amplio que la propia entrevista, facilitando muchos detalles adicionales, incluyendo cuando había conocido al actor en sus comienzos, en el año 1947, cuando interpretaba en las tablas “UN TRANVIA LLAMADO DESEO” siendo el director nada menos que Elia Kazan que luego dirigió también la peli en 1951 (fue la época en la que se rompió la nariz y dio a su rostro más personalidad).
1/ El artículo puede encontrarse en internet: https://esnobgourmet.com/2012/03/19/el-duque-en-sus-dominios-marlon-brando-segun-truman-capote/
El gran éxito como escritor le llegó algo más tarde, gracias a su novela “A SANGRE FRIA”, que se empezó a escribir en 1959 y se publicó en 1966, que se dice fue el comienzo del “nuevo periodismo”/2, pues es una obra de no ficción, que trata de una familia de un pueblo rural de Estados Unidos que es asesinada sin ningún sentido, cómo los asesinos son capturados y sentenciados a pena de muerte. Exigió un concienzudo trabajo de campo por parte del escritor, acompañado de su amiga íntima, la escritora Harper Lee, la autora de la famosísima novela “MATAR A UN RUISEÑOR”, que se desplazaron a la zona cuando aún no se había detenido a los dos autores del crimen, con los cuales Capote trabó especial relación, sobre todo con uno de ellos, logrando gran intimidad. La novela se narra en tercera persona y se dice que algunos hechos no se corresponden exactamente con la realidad.
2/ El nuevo periodismo es una corriente periodístico-literaria que nace en los años 60. Se define como una corriente rompedora en el periodismo e innovadora en literatura que persigue llevar a cabo una investigación periodística exhaustiva basada en hechos reales y explicar la historia con un tono literario. Uno de los primeros estudiosos del movimiento fue el escritor y periodista Tom Wolfe, en un artículo del New Yorker, donde estructura las principales características del nuevo periodismo, a saber:
• Construir un texto escena por escena.
• Incluir gran cantidad de diálogos.
• Definir con detalle a los personajes.
• Adoptar siempre un punto de vista determinado para explicar la historia.
Curiosamente, ambas novelas dieron lugar a dos excelentes películas (solo la novela de ella ganó el Pulitzer, cosa que decepcionó a Capote respecto a la suya, de ahí que más tarde, sin duda, bajo los efectos del alcohol y las drogas, dijese en ocasiones que él era el autor real). La de Harper Lee es ese clásico judicial y antirracista de 1962, que protagoniza Gregory Peck de forma inolvidable, lo que le proporcionó un premio oscar (donde tiene un breve pero importante debut el gran actor Robert Duvall).
Y la de Capote de 1967 dirigida por el excelente Robert Brooks que resulta efectista dentro de su sobriedad, muy acorde con lo absurdo y cruel del crimen, junto a la nula personalidad de los asesinos.
Este director tiene una filmografía sensacional (especialista en dirigir actores y que siempre le encantó adaptar grandes textos, considerado el mejor con las obras de Tennesse Williams (adaptó al cine tanto “LA GATA SOBRE EL TEJADO DE ZINC CALIENTE” como “DULCE PAJARO DE JUVENTUD”) y si bien nunca ganó el oscar al mejor director, si lo consiguió al mejor guion adaptado por esa sensacional película que es “EL FUEGO Y LA PALABRA” (1960) adaptando una novela del premio nobel de literatura Sinclair Lewis, interpretada por Burt Lancaster de manera magistral con su papel de falso predicador (que le dio su oscar) y Jean Simmons.
De la película “A SANGRE FRIA” no es que se pueda recomendar efusivamente (cosa distinta pasa con la novela, que forma parte de ese elenco clave en la historia de la literatura moderna), pero te atrapa con su sórdida historia, como lo hizo en mi caso con muy pocos años (calculo que once o doce) en un cine de Colunga, donde solo se ponían pelis en fin de semana, donde se ve que no tenían ningún interés en cumplir las limitaciones de edad para las pelis.
La relación entre ambos escritores Capote y Lee ha dado pie, curiosamente, nada menos que a dos películas casi parejas rodadas ambas en 2005, la primera titulada “CAPOTE” de 2005 dirigida por Bennet Miller (con poca suerte en su carrera) e interpretada por Catherine Keener y el genial, tempranamente fallecido (excesos de todo tipo) Philip Seymour Hoffman (gano el oscar por su interpretación en el film).
Y la segunda estrenada en 2006 titulada aquí “HISTORIA DE UN CRIMEN” (”INFAMOUS”) dirigida y escrita por Douglas McGrath (como director floja carrera, pero como guionista le fue mejor, siendo candidato al oscar junto a Woody Allen por el guion de esa sorprendente y buenísima película que es “BALAS SOBRE BROADWAY” de 1994 y también destaca el de “EMMA” en 1996 sobre la novela de Jane Austen), aquí el reparto era de lujo: Toby Jones (un poco inadecuado para protagonista por su muy baja estatura), Sandra Bullock, Daniel Craig, Peter Bogdanovich, Jeff Daniels, Gwyneth Paltrow, Isabella Roselinni y Sigourney Weaver.
Sinceramente, ambas son interesantes, pues la historia es muy interesante en todo caso.
La vida de Capote dio entonces un giro tremendo, pues pasó a ser una celebridad en todos los aspectos, incluso ya como genio de la literatura, realzando hasta el máximo el ser una estrella absoluta del mundillo de la alta sociedad neoyorquina, donde tuvo especial relevancia su relación con los que el llamada “cisnes”, que no eran sino damas millonarias que con las que tenía una relación estrecha y ellas le hacían las confidencias más íntimas confiando en su discreción), craso error como luego se demostró. La principal fue Babe Paley, casada con un magnate de los medios de comunicación, que no era muy guapa según las fotos, pero si el culmen de la elegancia; “era perfecta” según el escritor.
Esto está muy bien narrado en un documental que ahora se puede ver en Filmin que es absolutamente recomendable, “THE CAPOTE TAPES”, que retrata magníficamente esa vida hedonista en lo más alto del mundillo neoyorkino, él siempre un hedonista absoluto, siendo quizá el mayor ejemplo una grandísima fiesta de máscaras organizada en el Hotel Plaza en noviembre de 1966, la llamada Fiesta del Siglo: los caballeros debían llevar traje de etiqueta y máscara negra. Las señoras, traje de noche negro o blanco, máscara del mismo color y abanico, idea debida a su amigo Cecil Beaton, diseñador del vestuario para la película “MY FAIR LADY” que había fascinado al escritor. La lista de sus super amigas era tremenda, pero acabó perdiéndolo todo cuando se publicó un adelanto de la que iba a ser su novela más importante (al final fue la última y quedó inacabada) “Oraciones respondidas”, basada toda ella en historias de sus “cisnes” y su mundo, que no supo ni quiso disimular. En efecto, en la revista Esquire se adelantaron en 1976 cuatro capítulos (la novela estaba todavía en desarrollo y en vida nunca la llevó a terminar como dije) y el escándalo fue mayúsculo (había incluso una escena de una dama haciendo el amor con su marido teniendo la regla e inundando la cama de sangre, que es evidente que a quien se la contó no le podía ocultar era ella) y fue el fin de sus devaneos con la alta sociedad, se le cerraron todas las puertas.
Todo ello supuso una gran depresión para el escritor, pero salió de ella lanzándose a un mundo mucho más peligroso, inundado de drogas y alcohol (esto al final acabo tempranamente con su vida), junto a personajes más a la última como Andy Warhol o incluso los Rolling Stone, como asiduos visitantes de la famosa discoteca neoyorkina Studio 54. Y sin que el dejase de ser una estrella, incluso más demandado que antes, para periódicos, revistas e incontables programas de televisión (a los que algunas veces acudía un tanto perjudicado).
Como dije, su última novela quedó inconclusa, aunque tiene algunas otra cosas muy interesantes de por medio, como el libro “Música para Camaleones” con una serie de historias interesantes (seis entrevistas y seis narraciones cortas).
Por supuesto, oírle o leerle soltando la lengua sin complejo alguno es siempre atractivo, pues aparte de su maldad, era un ser tremendamente inteligente. Recuerdo con especial placer la lectura de ese libro de entrevista “Conversaciones íntimas con Truman Capote” de 1986, donde dijo que detestaba a la gran actriz Meryl Streep (recientemente galardonada con el Premio Princesa de Asturias) y que tenía “cara de pollo”; comentario con que entonces me identificaba por varios motivos que me desagradaban de su filmografía, si bien ahora pienso radicalmente distinto, después de lo que considero un cambio total de su manera de actuar, gracias a los años, desde la impecable y entrañable actuación en la magnífica película de 2002 “LAS HORAS”.
Pero bueno, hay siempre tanto que contar de Capote, que no acabo de decir nada de la novela del título.
Pero seré breve: hay que leerla pues es una de las mejores novelas de la historia (recientemente la revista El Cultural la incluye entre las mejores 20 novelas cortas).
Así de sencillo, para darse cuenta del inmenso talento de su autor, centrando de manera singular y casi perfecta a todos los personajes (principales más secundarios) y la trama en el escenario de una ciudad viva y sorprendente. No tiene casi nada que ver con la película y eso le da un encanto muchísimo mayor, pues no trata de edulcorar ni de acabar bien ninguna vida o relación, retrata simplemente lo que normalmente pasa, con unos personajes singulares pero reales (el narrador en tercera persona es el propio Capote que simplemente se hace amigo de Holly -él es gay-, la cual está sin duda inspirada en la historia de una chica que conoció (de hecho una mujer trató de demandarle por ello, pero pronto se lo quitaron de la cabeza). La vida real puede ser así sin duda, no como en la película.
Pero, además, es que la novela (publicada por Anagrama en España como el resto de su obra) dado su corto tamaño de apenas cien páginas, nos regala el añadido de tres cuentos de la primera época del escritor que son simplemente maravillosos e inigualables: la historia y como la narra nos deja boquiabiertos.
“Una casa de Flores” es una historia antillana que podría dejar boquiabierto a García Márquez y aun no me explico ni me imagino que pudo inspirar a Capote para escribirla.
“Una guitarra de diamantes” es una historia carcelaria vívida y original en grado sumo.
“Una historia navideña” (que ya conocía hace tiempo en un envío de esos sorpresivos que a veces te mandan por internet alguna persona aficionada) quizá debería ser lectura obligatoria en esas fiestas, pues es no es sino un canto a lo mejor de la humanidad, pero totalmente exenta de las almibaradas pinceladas al uso; entrañable y sorprendente.
FEBRERO 2024.
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