“OPPENHEIMER”, NOLAN Y LA REALIDAD.

 

ALFONSO MAYORAL1  

1/Nota del editor:  Alfonso Mayoral es traumatólogo y escritor. Sus dos primeras novelas (muy recomendables, se pueden encontrar en Amazon y Librería Central) “VÁNITAS” y “CLAUDIO” contienen historias cruzadas en un marco de ciencia ficción que nos puede recordar a Ray Bradbury y al propio cine de Cristopher Nolan.


Es difícil superar al director de “MEMENTO”2  en la genialidad.


2/Nota del editor: Primera película del director del año 2000 sobre una persona que pierde la memoria reciente (amnesia anterógrada) en cuya narración son constantes las analepsis y prolepsis (flahsback y flashforward).


Lo ha demostrado con sus películas. El manejo de los saltos temporales hacen de él un maestro del guión y la trama. Desde el arte en la simplicidad de “DUNKERQUE” (2017), al extravío neuronal de ”ORIGEN” (2010) o de “TENET” (2020), sus historias juegan con el tiempo de una manera tan original como incomprensible para un público acostumbrado a la presentación plana de una historia y que no asume  el esfuerzo de guardar fragmentos  para  recomponer un rompecabezas al final.




“OPPENHEIMER” es el relato de unos hechos ocurridos hace casi 80 años, transcendentales en aquellos tiempos y consecuencia de los mismos.




“La historia no es más que una fábula consensuada” —aseguraba Napoleón Bonaparte—. Nunca sabremos hasta qué punto es cierta la historia de Nolan sobre el director del Proyecto Manhattan. No es intención de estas líneas valorar la fiabilidad de lo que se nos cuenta. Dejémoslos para los expertos en la materia o para los testigos que aún queden. No. Esto tratará sobre una película y su director, al que admiramos como cineasta, no como historiador. En realidad la verosimilitud no nos importa, solo la película y el mismo director.


En “OPPENHEIMER”, aparece un Nolan que presenta de forma elegante una historia real, seguro que llena de subjetivismo, como cualquier relato que, por muy serio que parezca, siempre es presa de fuentes de información interesadas.


Lo que hace distinta esta película es que Nolan no se desprende de la realidad para sumergirse en la fantasía científica que siempre nos ha fascinado.


En “OPPENHEIMER”, Nolan no imagina, no inventa, no despega del suelo, no construye sobre una ciencia imposible…no es Nolan.


La película es magnífica, la labor del director admirable.

Los espectadores juzgamos el interés, la magia que nos atrapa en la butaca, la sensación al salir de la sala, el regusto que se mantiene durante días y, pasado un tiempo, la necesidad de volver a verla.


Y en este último aspecto creo que “OPPENHEIMER” no es una película de Nolan. Es una historia americana, como “LOS INTOCABLES” o “LA CONQUISTA DEL OESTE”. No le discuto calidad, pero Nolan es otra cosa, es imaginación hasta lo irracional, es maestría, es credibilidad de lo imposible. Y además, Nolan es una presentación original, inteligente y deslumbrante.


Además, una película no es solo un guión, un director, y un montaje. Es fotografía, son los actores, es la música. Y es marketing.


En “OPPENHEIMER” todo es impecable y profesional.  Los actores representan con calidad unos papeles creíbles aunque algo estereotipados. Destacan sobre los demás Cillian Murphy en su magistral interpretación de OppenheimerRobert Downey jr. con un grandioso, y alejado de su estilo, rol del político Lewis Strauss y Gary Oldman en su corta pero desgarradora representación del presidente Truman, mostrando las dos caras del político atormentado y del hombre cruel y déspota que desprecia al abrumado científico que no es capaz de sobreponerse al horror que ha creado.





La elección de los paisajes y el tratamiento de la luz son fascinantes, y la música encaja a la perfección tanto en el lugar como en el momento tensional. 


En resumen, Nolan ha hecho otra gran película, seguro que será ganadora de muchos y merecidos premios.  Pero los románticos de Nolan, los admiradores de su talento especial, de lo que le diferencia de los grandes cineastas nos vemos algo defraudados.


De momento nos rendimos ante su profesionalidad y seguimos esperando la próxima muestra de su genialidad.


AGOSTO 2023.


Notas del editor:

Se achacan a la película dos gazapos (poco importantes, la verdad) como que cuando el protagonista da un discurso en la universidad debería hacerlo en su idioma materno que era el holandés, pero en la V.O. lo hace en alemán. Así como que en el acto de 1945 las banderas USA que agitan los asistentes llevan 50 estrellas, cuando en esa época solo llevaban 48 al no estar aun incorporadas ni Alaska ni Hawai.


Quien quiera profundizar sobre la polémica vida del científico, puedo acudir, desde luego, al libro que fue la principal fuente del director. 



Como ejemplo de lo apasionante que puede ser pego un artículo muy actual del New York Times: 

https://www.nytimes.com/es/2023/07/23/espanol/opinion/robert-oppenheimer-que-hizo.html



La película de Nolan no toca el apasionante tema de la posible implicación de científicos nazis en las investigaciones sobre la bomba atómica, de lo cual tuvimos un reciente e interesante artículo en El Semanal:

https://www.elcomercio.es/xlsemanal/historia/kammler-nazis-detras-de-bomba-atomica-hiroshima.html


Incluso podemos ver un curioso documental, sobre un tema colateral al anterior, en Netflix: “CAMPO SECRETO: NAZIS EN EE. UU”.


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