“FAHRENHEIT 451”

 

de RAY BRADBURY 

(y FRANCOIS TRUFFAUT).

Este artículo se produce al revés que otros, no se trata de una película tras cuya visión me he sentido compelido a investigar…  Ahora se trata de la lectura de la novela de Ray Bradbury  “FAHRENHEIT 451” en las clásicas vacaciones de playa.

No había podido comprarme un par de libros de novela negra noruega que habían recomendado en programa de cine en la radio. Eran:  La novela de Mons kallenstoff “Sacrificio de invierno” y la de Ruth Lillkegraven “En el fiordo profundo“. De esta segunda me abstengo de todo comentario, un despropósito; de la primera se me han quitado las ganas de leerla.

Así que me fui a la librería que tenía cerca de mi hotel playero, donde supe que la primera de esas novelas ¡estaba agotada! Y encargué la segunda, pero vi en la estantería el libro que acabo de comentar, siendo algo inevitable adquirirlo, por mi grato recuerdo de la película de mi idolatrado director francés François Truffaut de 1966. 

La novela es estupenda, sobre todo por el estilo tan especial que tiene el autor, que no pretende solo contar una historia dentro de un futuro imaginario (en lo que van a ser los avances tecnológicos se queda realmente corto, algo habitual en el género en su época clásica), sino que la va llenando de una serie de reflexiones muy interesantes. Lo principal de la trama es la obsesión de los gobernantes por la quema de libros (precisamente el título es la temperatura a la que arde el papel), como parte de sus planes para adocenar y despersonalizar a los ciudadanos, de modo que las cuadrillas de bomberos ya no tratan de apagar incendios, sino de provocarlos para dicho fin. El bombero protagonista tiene muchas dudas y se acaba convirtiendo en un rebelde perseguido por el estado, tras lo cual se acaba encontrando, en zonas alejadas de las ciudades a las personas que han huido del sistema, que son los llamados “hombre libro” que se saben de memoria una obra señera, para que no se pierda para siempre su contenido.  

Quede encantado con la lectura y vinieron a mi mente las muchas diferencias con la película de 1966, de la que tenía bastante recuerdo a pesar de que hacía mucho que la había visto por última vez.

Este film es considerado uno de los mejores del gran regidor francés, uno de los más destacados miembros de la llamada nouvelle vague (primero fue crítico y es especialmente famoso por su entrevista con Alfred Hitchcock, que dio para un interesantísimo libro y un gran documental), que acomete la historia con su estilo narrativo sencillo,  directo y muy eficaz, típico de François Truffaut entre cuyas películas me gustan especialmente además: “LA NOCHE AMERICANA”, “EL AMANTE DEL AMOR“1  y “LOS 400 GOLPES”.

1/Hay que huir del todo de su remake USA “EL HOMBRE QUE AMABA A LAS MUJERES” dirigido en 1983 por un rey de la comedia, Blake Edwards, que hizo un soberano bodrio protagonizado por Burt Reynolds, Julie Andrews y Kim Bassinger.

La película de “FAHRENHEIT 451” tiene, como es habitual, su propia intrahistoria, resultándole especialmente penosa al director (que luego publicó el detallado diario de rodaje) de modo especial por su malísima relación con el actor protagonista Oscar Werner. El reparto tuvo también su miga: Julie Christie fue originalmente elegida como esposa del bombero, pero no de la chica joven que conoce en la calle, pues ese papel se le ofreció a Jean Seberg y Jane Fonda. Tippi Hedren también se consideró para el papel, pero Alfred Hitchcock le dijo a Truffaut que ella no estaba disponible. Después de pensarlo mucho, el director decidió que los personajes no deberían tener una relación entre villano y héroe, sino ser dos caras de la misma moneda y eligió a Christie para ambos papeles, aunque la idea surgió del productor, Lewis M. Allen. En una entrevista de 1998, Charles Aznavour dijo que él era la primera opción para interpretar el papel masculino principal, así como que Jean-Paul Belmondo era la segunda opción del director, pero los productores se negaron con el argumento de que ninguno de los dos era lo suficientemente familiar para la audiencia de habla inglesa. 

Por otro lado, es evidente que es una película que simplifica la novela y la trastoca en gran parte, pero pese a ello resulta excelente. Incluso el autor Bradbury manifestó que quedó satisfecho con el film, a pesar de los cambios y de alguna cosa especialmente criticable (como el doble papel de la actriz protagonista).

Por supuesto, nada que ver con la versión cinematográfica de 2018 donde crítica y público coinciden: un horror que además pervierte totalmente la novela original. 

El gran escritor tiene una variada producción, si bien lo más relevante está ligado a la ciencia ficción y se considera su obra cumbre “Crónicas Marcianas” que curiosamente no ha dado lugar a ninguna película y si a varias series de televisión. 

Por supuesto, sus relatos han inspirado muchas películas, pudiendo citarse “EL SONIDO DEL TRUENO”2 película fallida del año 2005 pese a contar con un director especialista en ciencia ficción, Peter Hyams (su obra maestra, que lo es del género es “ATMOSFERA CERO” de 1981, considerada la versión espacial de “SOLO ANTE EL PELIGRO”) que es interesante porque plantea los problemas de viajar en el tiempo y las consecuencias que podrían tener para el futuro el cambiar un hecho del pasado. Y no pensemos que hablamos del llamado “efecto mariposa”, pues Ray se adelantó al menos en diez años (1952) al mismo (1963 es cuando aparece definido como  “dependencia sensible en condiciones iniciales” según palabras de Edward Norton Lorenz, eminente matemático y meteorólogo, otra de cuyas teorías destacadas es la de los “atractores extraños” pero mejor no intento explicarlo, me sería imposible…).

2/El relato se titula “El ruido de un trueno”.

Sin embargo, como siempre que hablamos y estudiamos estos temas, sucede como con un cesto de cerezas, coges una y acaba saliendo más pegadas, de modo que descubrí con agradable sorpresa que Ray Bradbury es casi más interesante desde el punto cinematográfico y muchísimo menos conocido, por una interesantísima novela que es en parte autobiográfica y muy original, llamada “Sombras verdes, ballena blanca”3  publicada en 1992.

La historia hay que remontarla al año 1953, cuando Ray Bradbury era un escritor menos conocido, siendo llamado a Irlanda para escribir el guion de “MOBY DICK”, una impresionante película del ya famoso director John Huston. El escritor permaneció siete meses en Irlanda y de esta experiencia nacieron algunos cuentos notables como «La carrera del himno» y «El mendigo del puente O’Connell».

3/El título en sí es un juego de palabras con la novela de Peter Viertel,  “White Hunter, Black Heart”, que también trata sobre John Huston. Que fue llevada al cine en por nada menos que Clint Eastwood en 1990.

En “Sombras verdes, ballena blanca” el autor mezcla estos y otros episodios en un gran cuadro y cuenta vívidamente toda la historia: las aventuras del joven asombrado (en parte Bradbury mismo) que enfrenta al extraordinario director, lucha con la bestia mítica, y con la ayuda entusiasta de los parroquianos de la taberna de Finn (Heeber Finn’s Pub) llega a conocer los misteriosos secretos de los irlandeses. 

Bradbury considera  que esta novela es la culminación de treinta y cinco años de cuentos, poemas y obras de teatro que se inspiraron en su estancia en Irlanda. 

La novela, aparte de las vivencias más o menos reales del trabajo para el que estuvo allí, contiene una serie de historias cortas no relacionadas, la mayoría con elementos surrealistas y fantásticos, inspirados en las costumbres y la cultura irlandesas. 

El narrador trabaja durante semanas en lo que él llama “la ballena” a través de la lluvia en Irlanda. En el último capítulo, el narrador le muestra al director el guion terminado, este queda impresionado y dice que debería tomar el ferry a Inglaterra. El narrador le dice a la gente en el pub de Finn lo que ha descubierto sobre Irlanda y se despide de ellos. Cuando se va, ve las colinas como verdes. 

Es una pena que nadie haya pensado en convertirlo en novela o en una buena serie. Y, desde luego, va a ser un nuevo libro en mi atestada mesita de noche otro de los que considero imprescindible leer.

AGOSTO 2023.