LOS OSCAR 2023.
¿SIN NOVEDAD EN EL FRENTE?
Pues va a ser que no…
“Soy joven, tengo veinte años, pero no conozco de la vida más que la desesperación y la muerte, la angustia y el tránsito de una existencia llena de la más estúpida superficialidad a un abismo de dolor.”
“No es sino por simple azar que el soldado conserva la vida. Y cada soldado cree y confía en el azar.”
“Pero ahora, por primera vez, veo que tú eres un hombre como yo. Pensé acerca de tus granadas de mano, de tu bayoneta, de tu fusil; ahora veo a tu esposa y tu cara y nuestro compañerismo. Perdóname, camarada. Siempre lo vemos demasiado tarde. ¿Por qué nunca nos dicen que ustedes son pobres diablos como nosotros, que sus madres están tan ansiosas como las nuestras, y que tenemos el mismo miedo a la muerte, el mismo final y la misma agonía? Perdóname, camarada, ¿cómo puedes ser mi enemigo?”
Enrich Marie Remarque.
Con los años uno va perdiendo la fe en muchas cosas y así me está pasando con los oscar, de cuyos resultados me vengo quejando año tras año; pero esta última me ha dejado patidifuso.
Que “TODO A LA VEZ EN TODAS PARTES” (“EVERYTHING EVERYWHERE ALL AT ONCE”) haya sido la gran triunfadora y haya ganado casi todos los premios llamados grandes (mejor peli, mejor director, tres de los mejores actores y mejor guion original), dejando a todo el mundo sorprendido…, pues es una película pensada para un tipo de público especial, con la intuición de que era más para Asia que para USA o Europa con su mezcla de ciencia ficción, multiverso, personajes raros, absurdo y artes marciales como guinda del pastel. Desde luego, los responsables de la firma financiadora y distribuidora A24 (curtida en cine independiente con pegada comercial, de hecho, ya ganó el oscar principal con “MOONLIGHT” en 2016) se han apuntado un tanto glorioso y se les augura un futuro comercial sensacional, aunque no sea sino otro paso de echarnos de las salas de cine a los espectadores más tradicionales.
Ahora bien, curiosidades de la vida, la estrella de acción/humor Jackie Chang parecía iba a ser inicialmente el protagonista, pues como nos dice la crítica Samantha Bergson el guion fue escrito originalmente para él, más luego los directores cambiaran de opinión y reconvirtieron el papel principal a una mujer, sintiendo que haría que la dinámica de marido y mujer en la historia fuera más identificable. ¡Madre mía! Y no ha salido a calle ningún colectivo LGTBI+ para protestar, ¿no?
En fin, que sus jóvenes y casi debutantes directores, llamados los Daniels (Daniel Kwan y Daniel Scheinert) se han consagrado a la segunda, tras iniciar su carrera grabando videos musicales.
Y no me sirve de consuelo que le hayan dado el oscar de secundaria a una actriz que siempre me ha caído muy simpática Jamie Lee Curtis, de la que siempre destaco (aunque no es la única) esa genial comedia llamada “UN PEZ LLAMADO WANDA” de 1988 (actriz sobre cuya vida igual había que explayarse más a fondo, pues está casada con un noble y además es hija del que fuera una estrella, Tony Curtis).
Me sincero y confieso que aún no la he visto y aunque me bastarían los tráileres para no pensarlo, si me veo obligado a hacerlo por la novedad tan radical que supone; eso sí, las personas que si lo han hecho me dicen que es peor de lo que me imagino.
De lo único que no había duda alguna era del oscar al mejor actor, pues los personajes de personas especiales siempre han triunfado en Hollywood, así que el actor de cine de aventuras que parecía desaparecido casi para siempre, Brendran Fraser, se lo llevó por su rol en “THE WHALE”, casi un docudrama, pues la historia de una persona que engorda tanto que no puede ni salir de su casa ya era conocida desde hace mucho tiempo y no ha habido un solo caso.
Y donde yo sí me sentía un poco hincha era en cuanto a la mejor película extranjera, pues me parecía que era imbatible la cinta “ARGENTINA 1985” (sobre el juicio a los generales genocidas que lideraron la bárbara dictadura argentina) que se pudo ver con antelación en PrimeVideo.
Mi gozo en un pozo…
La que resultó ganadora fue la tercera versión de “SIN NOVEDAD EN EL FRENTE”, esa grandísima novela casi autobiográfica del alemán Enrich Marie Remarque, un verdadero hito y manifiesto impagable sobre el absurdo de la guerra, ambientada en las irracionales trincheras de la Primera Guerra Mundial.
El triunfo no era de extrañar por muchos motivos. Por un lado, que era la primera vez que el cine alemán se atrevía con ese relato. Por otro lado, que los medios técnicos iban a plasmar un resultado espectacular, conmovedor y asfixiante, sobre aquella tragedia. Además, que se pudo ver en Netflix asimismo con antelación a la ceremonia, incrementando su popularidad. Y, finalmente, que era una especie de justificación o expiación a la falta de éxito que en la ceremonia de 2020 (aunque había triunfado en los Globos de Oro) tuvo esa otra grandísima película sobre el mismo conflicto, “1917”, dirigida por un director de postín, Sam Mendes (hizo uso de las historias que le relató su abuelo Alfred Mendes como participante en la guerra), presentada en lo que parecía era un solo plano continuo (esto sería que la historia la vamos viendo de principio a fin de seguido, sin cortes temporales) pero en realidad el director de fotografía, Roger Deakins implementó el uso de tomas largas para que toda la película se viera como una sola toma continua.
Este director San Mendes, británico, casado con la maravillosa actriz que es Kate Winslet, había triunfado en los escenarios previamente y en el cine lo hizo en su fabuloso debut con “AMERICAN BEAUTY” de 1999, irónica, rompedora y original, que ya le reportó el oscar al mejor director (allí pudimos ver a un gran Kevin Spacey asimismo con oscar y mucho antes de su caída a los abismos del Mee Too, así como a la siempre estupendísima Anette Bening. Pero claro, con un comienzo así, igual esperábamos más obras maestras del director, que no vinieron, aunque su carrera es triunfante a nivel comercial sin duda alguna.
Pero volvamos a la película que ganó el oscar, dirigida por el alemán Edward Berger, a la que pocas críticas puedo hacerle, salvo recrearse en exceso en los detalles luctuosos e impactantes y, sobre todo, que no ha sido fiel a la mencionada novela, la cual se centra exclusivamente en las vivencias e historias de los soldados y sus jefes inmediatos, pero en la peli incluyen una trama política ajena al relato original (un político proclive a la paz y un general obsesionado por continuar los combates por motivos de orgullo). Y esto para mí es un grave defecto (que hace que no sea merecedora la oscar) que es mejor olvidemos cuando la veamos, claro está.
De la misma novela y como el mismo título hubo dos versiones anteriores en el cine USA, totalmente ajustadas a la novela.
Una de 1979, de aquellas que se dice son para olvidar, pese a estar dirigida por un hombre importante, Delbert Mann, que gano el oscar en 1955 por “MARTY”, así como pese a contar con un excelente reparto: Ernest Borgnine (también ganó el oscar por la película de 1955 citada), Richard Thomas, Donald Pleasance o Iam Holm (eso sí, parecen todos pasados de edad para sus papeles).
Y la otra es algo memorable, se trata de la versión de 1930, en los albores del cine sonoro, igualmente fiel a la novela, dirigida por uno de esos directores señeros, Lewis Milestone (gano el oscar tanto en cine mudo, como en cine sonoro con la cinta comentada), que ya en su día me dejó impresionado, emocionado y marcado, sin que haya perdido un ápice de interés y atractivo pese a los años y sus limitaciones técnicas.
Este director sin duda pasará a la historia por este film, pero no podemos olvidar otras cintas sensacionales como “UN PASEO BAJO EL SOL” (bélica de 1945), “EL EXTRAÑO AMOR DE MARTE IVERS” (cine negro 1946), “OCEAN’S ELEVEN” (la primera versión del año 1960, divertida y entretenida, con el llamado Rat Pack, Sinatra y cía…) y, como no, “EL MOTIN DE LA BOUNTY” de 1962, su ultimo film, a mayor gloria de un “guapísimo” Marlon Brando (aunque ya en 1935 hizo de protagonista guaperas en esa misma historia el orejudo Clark Gable).
No puedo terminar sin aludir al título de la novela:
El protagonista, Päul Baumer, regresa al frente tras ser herido por metralla y su grupo se va desintegrando. Salvo su buen amigo, Tjaden, van muriendo los soldados uno tras otro por los ataques de gas, las granadas, los disparos de ametralladora o en la lucha cuerpo a cuerpo. Finalmente él también, justo antes de acabarse la guerra, es herido de muerte… “en un día tan tranquilo y calmado, que en el informe del ejército se limitó a la frase: sin novedad en el frente”.
Pero no piense la amable (persona) lectora que me olvidado de mi candidata argentina, creo que merece un artículo aparte, por motivos históricos y cinematográficos. Será lo siguiente.
Marzo 2023.
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