CINE LGTB+ (II)
“LA VIDA IMITA AL ARTE” o VICEVERSA.
“Soy una mujer multirracial, bisexual, mexicana-irlandesa-americana e inmigrante”.
“Che dice su verdad sin disculparse por ello. Che es alguien que llegó a su propia identidad no binaria más tarde en la vida, por lo que ha acumulado una experiencia vivida que incluye cierto descondicionamiento en torno a encajar en el género de ‘mujer’ en la sociedad. Elle [como debe identificarse a las personas no binarias] tiene una experiencia de vida muy particular y se muestra como su yo más auténtico. Elle entiende que la vida no es lineal.”
“En elle hay humanidad. Y me encanta, en particular, cómo inspira a algunos de los otros personajes a cuestionar sus propias opresiones internalizadas”.
“En mí está la capacidad de ser un chico femenino, una chica masculina, un chico masculino y una chica femenina. Todos y ninguno. Soy no binaria.”
Sara Ramírez.
¿Realidad y ficción se confunden? No, se trata simplemente de personas que desarrollan en teatro, cine o televisión (como actrices, guionistas o directoras) aquello que es su propia condición y experiencia, por lo que lo hacen con facilidad dado el conocimiento de causa.
En la primera parte ya había comentado el personal de Cher en la segunda y envejecida entrega de “Sex and the city” (sobre la que no voy a hacer más spoilers, pero si manifiesto que va mejorando en su desarrollo), interpretado por la mexicana Sandra Ramírez y resulta que ella es un trasunto de su propia existencia, pues “salió del armario” en 2016 (no sin cierto temor por las repercusiones que podría tener en su carrera), para unirse y militar en la comunidad LGTB+ como “queer” y “no binaria”. Y eso que la misma se casó en 2012 con un analista de negocios de Nueva York, separándose nada menos que en 2021, habiéndosele considerado un matrimonio “sólido”. Está claro, por eso interpreta son suficiencia y personalidad su personaje en “And Just Like That”, siendo uno de los mas atractivos de la seria, con mucho morbo también.
Y en eso estaba cuando se me iluminó la mente y volví a ver la contraportada inversa de Fotogramas (así dividen a veces la revista, para poder empezar por cualquier lado, estando el posterior dedicado a la televisión principalmente) de noviembre pasado, con la foto de una serie española de treintañeros en HBOmax, “Todo lo otro”, sobre la que apenas había leído, dejándola simplemente archivada para un posible visionado. Allí estaba en primer plano una chica rubia de largas piernas, cuya cara no me gustaba mucho, ¡pero no era eso…! Entonces leí, para mi sorpresa, que se trataba de Abril Zamora, que escribe, dirige y protagoniza la serie, que es una transexual (se llamaba antes Abel) y su personaje en la serie es una persona que cambia de sexo. Con un buen currículo estaba deseando obtener libertad creativa y ahora por fin lo acaba consiguiendo para narrar, como ella misma dice: “sobre las cosas que vivo y la gente que me rodea, sin aspavientos, con un tono naturalista, apoyado en los diálogos”. Desde luego, llama la atención que las demás personas del reparto son muy guapas y no es casualidad, pues ella misma nos dice: “Pero lo mejor de todo es que respetaron el casting que yo propuse, porque he desarrollado los personajes con estos intérpretes en mi cabeza.”
Como me gusta decir repetidamente: no hay casualidades, así que dos casos actuales al precio de uno.
Lo cual me sirve para enlazar con la gran estrella de la que ya traté en la parte precedente, John Cameron Mitchell, del que se pueden decir muchas cosas interesantes sobre su vida personal y artística (no en vano es todo esto: Director de cine, guionista, actor de televisión, escritor, actor de teatro, actor de cine, cantante, productor de cine, director de teatro, DJ y ¡patinador sobre hielo!).
Es evidente que las dos películas suyas comentadas en la primera parte reflejan claramente su vida y su ideología: hijo de un militar estadounidense, “salió del armario” a los 22 años, con activa militancia desde entonces, con obras como las citadas que exploran la sexualidad y el género y además es un “Radical Faerie” (hada radical podría traducirse).
Las ”Radical Faeries” (como nos resume wikipedia en ingles1) son una red mundial afiliada libremente y un movimiento contracultural que busca redefinir la conciencia queer a través de la espiritualidad secular. A veces considerado una forma de paganismo moderno, el movimiento también adopta elementos del anarquismo y el ecologismo.
1Multitud de artículos de esta biblioteca gratuita de internet (con la que por esto mismo hay que tener cuidado a veces y contrastar su contenido) son mucho más amplios en el idioma original de donde es el personaje, el lugar, la historia, etc.
Rechazando la hetero-imitación, el movimiento “Radical Faerie” comenzó durante la revolución sexual de la década de 1970 entre los hombres homosexuales en los Estados Unidos. El movimiento se ha expandido en conjunto con el movimiento más amplio por los derechos de los homosexuales, desafiando la comercialización y los aspectos patriarcales de la vida LGBTQ+ moderna mientras celebra construcciones y rituales eclécticos. Las “hadas” tienden a ser ferozmente independientes, antisistema y centradas en la comunidad.
El movimiento “Radical Faerie” fue fundado en California en 1979 por los activistas homosexuales Harry Hay y Don Kilhefner influenciados por el legado de la contracultura de la década de 1960, celebraron la primera Conferencia Espiritual para Hadas Radicales en Arizona en septiembre de 1979.
Como dijo Peter Soderberg uno de sus líderes: “Somos el equivalente de los chamanes en la cultura moderna. Muchos hombres homosexuales quieren ser estadounidenses de clase media. Quieren ser respetados como seres humanos y quieren que su sexualidad sea ignorada. Pero las “hadas radicales” están dispuestas a vivir al límite. Sentimos que hay poder en nuestra sexualidad. Sabes que hay un poder allí porque nuestra cultura nos tiene mucho miedo”.
Pero esta militancia activa del director (que incluye ser cofundador y DJ de la fiesta mensual de larga duración de la ciudad de Nueva York “Mattachine”, que lleva el nombre de la primera organización estadounidense de derechos de los homosexuales, (“Mattachine Society”) no impide que se haya dedicado a trabajos totalmente alejados de aquellos temas como la ya citada “RABBIT HOLE“, dramón alrededor de la vida de un matrimonio que pierde a su hijo de 4 años atropellado por un coche, que adapta un Premio Pulitzer de David Lindsay-Abaire, que es el guionista; proyecto en el que se implicó John por una conexión personal, relacionada con la muerte de su hermano de 4 años.
Previamente, la obra de teatro ya había tenido gran éxito en teatro y, por cierto, la actriz Cynthia Nixon (otra de las actrices de las dos partes de “Sex and the city”, lesbiana en la vida real) la protagonizó en Manhattan en 2006 y ganó un Premio Tony por ello (no hay casualidades… todo está conectado).
John Cameron Mitchell ha hecho otras cosas que no tienen nada que ver con el mundo LGTB+, como una película futurista, ligera y atípica, ”HOW TO TALK TO GIRLS AT PARTIES”, en la que podemos ver a Nicole Kidman y Elle Fanning.
Así como representar papeles puntuales destacados en series de TV muy buenas como, son “Mozart in the Jungle” (sensacional, alrededor del mundo de la música clásica) o ”The Good Figth” (la digna continuación de la mítica y para mí irrepetible serie “The Good Wife”).
En fin, como no hay casualidades, solo resta comentar que el periplo exitoso en los escenarios de “HEDWIG AND THE ANGRY INCH” (la pulga enojada) no se limitó solo al llamado “Off Broadway” (más libre y alternativo), sino en el serio y millonario Broadway y allí uno de los triunfadores en el papel protagonista fue nada menos que Neil Patrick Harris, otro gay que triunfó previamente con una serie de humor en televisión mítica para los jóvenes, “Como conocí a vuestra madre”, en el papel de un consumado e irrefrenable ligón de chicas.
FEBRERO 2022.
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