CINE LGTB+ (I)

 


“SEXO EN NUEVA YORK” 

ENTRA EN AÑOS, 

PERO SE PONE AL DIA.


“Tal vez nuestras amigas son nuestras almas gemelas y los hombres son solamente gente con quienes te diviertes”.


“Se necesita el doble de tiempo que has estado saliendo con una persona para olvidarla”.


“Tal vez algunas mujeres no están hechas para ser domadas. Tal vez necesitan correr libres hasta que encuentren a alguien tan loco como ella con quien correr”.


“No tengo un plan, tengo un vestido.”

 Carrie Bradshaw en SEXO EN NUEVA YORK.


Con la cabeza hecha un bombo, quizas por estar encerrado con la TV, (el cine sigue siendo poco atractivo en cuanto a programación) repasando la filmografía de Pedro Almodóvar (casi completa en NETFLIX) para confirmar que no me gusta  (no añadiré razones sobre que es un fantasma y está sobrevalorado, porque en cuestión de gustos soy más ácrata que nunca), mi corazón cinéfilo buscaba temas interesantes para este año 2022 (de verdad prometo que me ocuparé del grandísimo Fernando Fernán Gómez, del que tengo mucho que leer), cuando de repente se me encendió la bombilla.




Fue viendo la nueva serie, secuela de la icónica y maravillosa de los años 90, “SEXO EN NUEVA YORK” (“Sex and the City” en original), ahora titulada “AND JUST LIKE THAT”. Y sí, la serie comienza decepcionante (tenía poca esperanza, es verdad, tras ver las dos películas secuela de la serie, que no estaban a su altura en absoluto…), no solo por tantos cambios (ya no está la amiga “salida” o, en lenguaje más apropiado hoy día, libertina Samantha y se cepillan a  dos personajes importantes ya en el primer capítulo…), sino por lo penoso que resulta enfrentarse al envejecimiento de todas sus protagonistas (me refiero a personas para no olvidarme de nadie) y la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos  (parece que el COVID ya ha pasado y nada se habla del mismo, pero Carrie se lava las manos con gel frecuentemente y toca botones o pasamanos públicos con guantes en el primer episodio), asi como que parece no atreverse y quedarse corta por momentos, aunque hay personajes nuevos que merecen mucho la pena y significan una ruptura, como la locutora Che Díaz (interpretada por Sara Rámirez, famosa por otra serie de esas que marcaron época: “ANATOMÍA DE GREY”) y en un momento dado le dice a Carrie, que se siente cohibida para hablar de masturbación en su programa de radio, que lo que necesita es “salirse del tiesto y poner el coño en el asador”. Y eso es quizá lo que le faltaba a la serie, más agallas y menos filtros para intentar evitar que veamos las facciones reales de Carrie (siempre impresionante con sus vestidos, pamelas y zapatos).



Resultando que, como era de esperar, la serie tiene que enfrentarse la nuevo mundo de la sexualidad en la gran urbe, donde ya no basta con que aparezcan gays, que tenían roles destacados en la serie original. Siendo buen ejemplo la citada locutora y activista Che Díaz,  la cual se califica a sí misma como de “genero neutro”.


Y sin ganas de hacer demasiados spoiler, resulta que dado como se filman la series hoy día, adaptando los guiones a las reacciones de crítica y público, ante el aluvión de comentarios negativos a los capítulos iniciales, la cosa va cambiando a partir del cuarto y empezarmos a encontrarnos  con posibilidades a la última, como el sexo lésbico de una de las protagonistas o el cambio de género del hijo de una de ellas (con el problema del choque con los educadores, que son mucho más avanzados que los padres, que pierden autoridad…), con lo cual la serie no solo gana en actualidad, sino en frescura y ritmo.


¡Ahí estaba el plan! Se trataba de hablar algo del cine LGTB,  sin circunscribirlo al cine homosexual o gay, que era algo ya muy habitual y que podríamos considerarlo como totalmente “normal” (aunque aun hay ejemplos de utilizar a los personajes gays como divertimento, sobre todo en comedias, cada día menos afortunadamente).


Pero antes ¡menudo lío!, había que enfrentarse a las propias siglas, pues LGTB se ha quedado sin duda corto, pudiendo resumirse lo siguiente1:

1Sigo a Wikipedia por comodidad, pero se puede ampliar más a fondo, por ejemplo, viendo el listado de términos de la organización NATIONAL LGTB HEALTH EDUCATION CENTER.



LGBT o LGTB es la sigla compuesta por las iniciales de las palabras Lesbianas, Gais,3 Bisexuales y Transgénero. En sentido estricto, agrupa a las personas con las orientaciones sexuales e identidades de género relativas a esas cuatro palabras, así como las comunidades formadas por ellas. La expresión tuvo su origen en el idioma inglés en los años noventa, pero estas iniciales coinciden en varios idiomas, entre ellos el español. El orden de las letras dentro de la sigla puede variar según el uso de cada comunidad o de cada país.5

En los últimos años han surgido nuevas ampliaciones de la sigla con el fin de incluir a otras comunidades, como a las personas intersexuales (LGBTI), queer (LGBTQ),  asexuales (LGBTA) y kink dando origen a la sigla LGBTQIAK,  entre otras. También las comunidades de personas transexuales y transgénero han sostenido que no corresponde fusionarlas en una sola letra, escribiendo la sigla con doble te (LGBTT).  Esta tendencia a adicionar letras para incluir nuevas comunidades y disidencias, ha dado lugar también a la utilización del signo más a continuación de la sigla (LGBT+). 

Dentro de esta tendencia progresiva, la sigla «LGBT» ha adquirido un sentido amplio, abarcando también a las comunidades no incluidas en esas cuatro letras, enfatizando la diversidad sexual y de identidades de género, incluyendo a las personas que tienen un sexo, una orientación sexual o un género no aceptados por la heteronorma y el binarismo tradicionales, en lugar de aplicarlo exclusivamente a personas que se definen como lesbianas, gais, bisexuales o transexuales. 

También se ha comenzado a utilizar la palabra «diversidad» para referirse a todas las orientaciones sexuales, tipos de relación erótica e identidades de género, adoptadas libremente y discriminadas legal o moralmente, sin limitarse a aquellas referidas por las letras de la sigla, como el BDSM y el kink, las prácticas swinger, los diferentes fetichismos, la estética leather, los osos, la pansexualidad, el poliamor, la infidelidad unilateral consentida (cuckolding), etc.


¿Y la lista de películas al respecto? Pues sería sencillamente interminable y la selección es tarea muy difícil para no quedarnos en un listado incompleto y maniqueo (en internet, basta comprar las páginas que nos hablas de las mejores películas LGTB+, para apreciar que ELLE se queda cortísima, FOTOGRAMAS no está mal, pero para irnos a selecciones más meritorias podemos meternos en ESPINOF o la lista de poco conocidas de MACGUFFIN007).


De temática homosexual puede citar a boleo algunas que disfruté mucho como “PRIDE” de 2014, gran comedia en la que unos activistas gays y lesbianas ayudan a los mineros galeses en huelga contra la Tatcher. También “MI IDAHO PRIVADO” de 1991, donde vemos jovencísimo al que ahora esta de súper moda Keanu Reeves, junto al malogrado River Phoenix. Sumo la sorprendente “LOS CHICOS ESTAN BIEN” (de 2010 con un trío de grandes actores al frente), donde la pareja lesbiana, aunque una de ellas no lo sea al 100 %, se excita viendo porno gay de hombres. Como no, la impagable “PHILADELPHIA” de 1993 con su hábil abogado, del que todos los colegas queremos citar en un juicio la frase: “explíquemelo como si fuera un niño de 4 años”2.

2Muy famosa es la frase de Groucho Marx, cuando lee un papel y se dice que eso lo podría entender un niño de 4 años y seguidamente exclama: ¡que me traigan un niño de 4 años!


Otro sorpresón con estrellas en los huesos por el SIDA, “DALLAS BUYERS CLUB” (2013). O la maravilla francesa llamada “LA VIDA DE ADÉLE” de 2013.




Pero ¿y si vamos mas allá de lo “simplemente” gay? Pues como esto es una introducción que espero tenga continuidad, citaré dos de mis preferidas, que creo sin magníficas.


“LAS AVENTURAS DE PRISCILLA, REINA DEL DESIERTO” de 1994, road movie de autodescruibimiento en un grupo de drag queen donde vens a un grande, Terence Stamp, al matrixfamoso Hugo Weaving o a la estrella de acción Guy Pearce.



Mucho menos conocida es sin duda la cinta del gran director, guionista, cantante, bailarín y actor  John Cameron Mitchell,  “HEDWIG AND THE ANGRY INCH” (que sería “la pulga enfadada”, que es una referencia al minipene del protagonista, que desea quitárselo), un musical de 2001 realmente increíble (triunfó también en el llamado “Off Broadway”) cuya banda sonora  es muy famosa y, casualidades de la vida, es alabada con pasión por los jóvenes protagonistas de una serie realmente original, “SEX EDUCATION”, donde se mezclan historias de personajes adultos y otros adolescentes  alrededor del sexo con maravillosa habilidad; la protagonista principal es Gillian Anderson (muy famosa por su protagonismo de la serie mítica “EXPEDIENTE X” y que si bien ha hecho cosas buenas en el cine, sigue muy ligada a la televisión), cuyo rol es la de una terapeuta sexual y su hijo quinceañero acaba haciendo lo mismo con sus colegas por amor de la casualidad.


Y como sucede con el cesto de cerezas, ha sido citar al director y recordar otra de sus películas, rompedora por insólita y con sexo explícito, que sin duda puedo añadir a mis favoritas de tema LGTB+ (aunque su temática podría decirse que es simplemente extremadamente abierta en tema de sexo), del año 2006, “SHORTBUS”, que recomiendo encarecidamente por ser muy muy original.

ENERO 2022.

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