TE ESTOY AMANDO LOCAMENTE

 

Hay una escena de “UN LADRÓN EN LA ALCOBA” en que el famoso toque Lubitsch, esa magia especial que desprendían sus fotogramas, se muestra de forma maravillosa. El ladrón le confiesa a la viuda que solo pretendía robarle y ella le dice que pensaba que le quería y solo quería 100.000 francos y él responde que entró allí a robarle pero, desafortunadamente, se enamoró de ella.

En “LAS LEYES DE LA FRONTERA”, la historia ocurre al revés. “Gafitas” se hace delincuente por amor.

Nacho es un adolescente de 17 años que ahoga su tiempo en las recreativas escondiéndose de los matones que la han tomado con él y que conoce allí a Zarco y Tere, unos chavales peligrosos de los que el dueño de la recreativa le advierte pero su mirada se posa en Tere y, desde entonces, ya no hay vuelta atrás. Nacho es un niño asustadizo pero acude a la invitación de la Tere en el barrio chino y, poco a poco, colabora con ellos en sus robos. 

Las leyes de la frontera es un homenaje al cine quinqui de Eloy de la Iglesia o Jose Antonio de la Loma (Carlos Saura tiene su propia incursión, una sola, con “DEPRISA DEPRISA”) pero flexibiliza las normas del género y a la tradicional historia de lealtad, amistad y camaradería de adolescentes con vidas difíciles se suma una tensa pero apasionada historia de amor.

Nacho es muy tímido y no tiene experiencia amorosa y Tere oculta de manera fría sus sentimientos y a ello se suma una pasión latente de Tere con Zarco cuyo misterio únicamente se resuelve al final de la película.

Como en los mapas, algunas fronteras son reales, diseñadas por la orografía y otras son diseñadas por los hombres.

La primera frontera aparece entre los chavales de barriada que no tienen nada que perder y el hijo burgués de un funcionario de la Girona del año 78 con todo el futuro por delante. A lo largo de la película, parece que la frontera va progresivamente difuminándose, pero, como el padre dice en una de las escenas cumbre de la película, la vida no es igual para todos y la frontera se muestra, en la resolución de la historia, más marcada e intransitable que nunca.

La segunda frontera se dibuja entre la adolescencia y la edad adulta pero es una frontera que solo opera realmente en Gafitas porque el resto de la banda no ha tenido periodo de transición o frontera. Fueron obligados a crecer antes de tiempo.

Por último, la película muestra la frontera entre el bien y el mal, difuminada y confusa como en las mejores historias.

La banda sonora mezcla canciones pop de la época y rumba catalana junto con algunas canciones de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba y ambienta de manera correcta las escenas en que suena.

Daniel Monzón es un buen director con notable desempeño en el thriller como demostró en las multipremiadas “CELDA 211” y “EL NIÑO” que, en esta ocasión, suma a su capacidad para crear tensión creciente, un magnífico guion que adapta la novela de Javier Cercas con un resultado que es puro cine.

La lealtad y el compañerismo son dos de los elementos clave de la película. Cuando las cosas empiezan a ponerse serias, Zarco intenta que su nuevo amigo lo deje. “Gafitas, esto se va a poner cada vez más feo. Nosotros no tenemos nada que perder. Tú sí”. 

La vida no es igual para todos. 

Y tanto.