LA OPERA Y EL CINE (V)
GRANDES MOMENTOS CINEFILOS
CON OPERA.
La ópera es la verdad de la mentira; el cine es la mentira de la verdad.
Es conmovedor en las óperas ver que cuando lloriquea la que canta, todo el coro la consuela.
Ramón Gómez de la Serna.
La ópera es esa señora tan alta y tan gorda, llena de collares y de solemnidad, con aire majestuoso de contrabajo.
Miguel Mihura.
¡Una ópera! ¡Vaya, por Dios! ¡Será, como de costumbre, un drama semi serio, un largo, melancólico y pesado estrambote poético! ¡Bárbaro gusto! ¡Siglo corrompido!
Beaumarchais.
Que nadie ponga en duda que de estos temas podríamos estar tratando casi de forma infinita, pero para una buena persona cinéfila lo más agradable será sin duda recordar esas sensacionales películas, donde aparece la ópera en un momento dado, haciéndolas inolvidables.
Mi selección será muy personal y limitada como no podía ser de otra forma, baste decir que en el libro de cabecera “Ópera en pantalla” se citan más de 250 películas y ya nos dicen que desde la primera época de cine mudo la ópera aparece vinculada al mismo (es evidente que la popularidad de las grandes obras del bel canto era muy superior a la actual, pues el mundo se movía prácticamente entre la música clásica y la música popular, pero solo la primera tenía difusión mundial).
Y precisamente se hacen eco de que la ópera que fue ya entonces la más referenciada en el cine fue nada menos que “CARMEN” de George Bizet (que cosas, una obra que consideramos españolísima, tiene su música compuesta por un francés y su libreto está inspirado en una novela corta del mismo nombre, de otro francés, Prosper Mérimeé; aunque se dice pudo estar inspirado en un poema del ruso Aleksandr Pushkin titulado “Los gitanos”). Evidentemente la película era muda pero con acompañamiento musical, sirviendo así para el lucimiento de las primeras vamp del cine, como Theda Bara en la “CARMEN“ de 1915, dirigida nada menos que por Raoul Walsh. Y es curioso que incluso Charles Chaplin tuvo su versión de comedia en 1916, titulada “BURLESQUE OF CARMEN” con final feliz contrario a los textos originales, como no podía ser menos. Incluso nuestra Raquel Meyer protagonizó otra versión muda (en la misma aparecía fugazmente Luis Buñuel de contrabandista). Y hemos tenido incluso la versión bailada de la tragedia de la menos de nuestro genial Carlos Saura en 1983 e incluso nada menos que una versión “negra” filmada en Sudáfrica de 2005, cantada en la lengua xhosa.
Pero lo más trascendente por innovador fue, sin duda, la versión de 1953 dirigida por el sibarita Otto Preminguer que traslada la tragedia a una base militar norteamericana y convierte a la cigarrera en una mujer de raza negra que trabaja en una fábrica de paracaídas. Sí, es la muy famosa “CARMEN JONES”, que no hacía sino adaptar el asimismo exitoso musical de Broadway aunque con algunos cambios. Y el director le cogió gusto, pues en 1959 realizó “PORGY AND BESS” sobre la ópera homónima de George Gershwin, igualmente de ambiente negro y con analogías evidentes con nuestra universal sevillana.
Pero vayamos con esas cintas que tanto han hecho gozar a mucha gente:
Hay que empezar, como no, con “PRETTY WOMAN” de 1990 (historia naif de una prostituta y un millonario, a la que hubo que cambiarle el final del libreto, pues la protagonista se suicidaba con una sobredosis), dirigida por Gary Marshall y protagonizada por Richard Gere (relanzó su carrera) y la casi desconocida Julia Roberts de 22 años (la convirtió en estrella mundial, para mi desgracia, pues la verdad es que no la trago y se lo ha creído tanto que ya ofende, pero el destino es vengativo y yo creo le han crecido la nariz y las orejas; los labios no, son de silicona…). La peli está llena de curiosidades y mentiras1, pero no cabe duda se ha convertido en algo mítico aparte de unos de los éxitos de taquilla más espectaculares que se recuerdan (de 14 millones de dólares de coste a 462,5 de recaudación). Pues bien, el millonario protagonista aprovecha para demostrar su poderío llevando a su amante de pago desde Los Angeles a San Francisco en su jet privado, para ver “LA TRAVIATTA”, donde vemos esa escena famosa en la cual ella le dice a la vieja millonaria del palco de al lado que, de la emoción, “casi se ha meado en las bragas”, con la descojone del público, especialmente femenino, que se repite en la cena del restaurante de super lujo donde ella hace saltar los caracoles en la mesa pues no sabe usar el cubierto para los mismos. Divertida, lo reconozco, y la música es genial, así que incluso fui a hacer la consabida foto al hotel que sigue existiendo en Hollywood Boulevard, que es el edificio donde ella vive en la peli y a donde va el millonario con su limusina la final de la peli para confesarle su amor, pudiendo escucharse de nuevo la segunda principal aria de la mencionada ópera.
1 Quien quiera leer algunas puede hacerlo en : https://www.elmundo.es/loc/celebrities/2020/06/18/5ee9f7e221efa069658b45fd.html
En “EL QUINTO ELEMENTO”, la cinta futurista de Luc Besson, podemos escuchar el aria de “Il dolce suono” de la famosísima ópera de Donizetti “LUCÍA DE LAMERMOOR”, con una original escena donde en un escenario de ópera vemos a una soprano alienígena de cabeza y cuerpo raros, intercalándose las escenas con la lucha del personaje de Milla Jovovich (esposa del director) contra un asesino a sueldo igualmente alienígena. Y el drama de la protagonista de la mentada ópera viene como anillo al dedo para la exitosa película de 1987 “ATRACCION FATAL” (de la que se dice consiguió bajase el número de infidelidades en USA por el miedo a que a los tíos les pasase lo que al personaje interpretado por Michael Douglas), en la escena en la que Glenn Close intenta suicidarse.
En una película buenísima de 1994, “CADENA PERPETUA” (en original “THE SHAWSHANK REDEMPTION”) dirigida por Frank Darabont (sin duda lo mejor de su filmografía, pues recientemente se dedicó a cosas como la serie “THE WALKING DEAD”; confieso soy incapaz de tanta fiebre y reiteración con los zombis…), drama carcelario protagonizado excelentemente por TIM ROBBINS y MORGAN FREEMAN, podemos escuchar en un momento crucial como el protagonista hace sonar en el patio de la cárcel “La canzonetta su`l aria” de “LAS BODAS DE FÍGARO” de Mozart, de que podríamos decir tiene un significado evidente (es un canto al amor, metáfora de la libertad que todos los presos ansían) y otro oculto (trata la letra de buscar un plan para descubrir a un hombre poderoso, que es lo que planea el privilegiado preso protagonista).
Soy un fan de la persona que fue Robin Williams, tristemente fallecido por sus excesos vitales, pero seleccionando sus películas, sin que entre mis favoritas esté “MRS. DOUBTFIRE” (comedia travestida para que un divorciado pueda ver a sus hijos), pero allí canta “Largo al factotum” y como Fígaro, en la ópera “EL BARBERO DE SEVILLA” de Rossini, se queja precisamente de todos los encargos que le piden, que le traen loco, lo mismo que al protagonista de la peli.
Nada más fantástico y nada más complicado que referirse a “APOCALYPSE NOW” de Coppola (el director, como buen italiano, usa mucho la ópera en sus filmes), que me maravilló desde su estreno, pero cuyo genial y obsesivo director parece no querer terminar nunca, pues todavía nos está anunciando otra nueva versión “del director” (desde luego, horas de rodaje no le faltan). Y ahí tenemos, acompañando a un espectacular ataque de helicópteros con el denostado napalm contra un pueblo situado en una playa de olas espectaculares (en la que el coronel interpretado por Robert Duvall, al que le gusta el olor del napalm por las mañanas, le dice a un soldado que su mejor surfista que vaya a probarlas), nos deleita con la famosísima “La cabalgata de las Valkirias” de la ópera “LA VALQUIRIA” de Wagner. Ahora bien, los soldados norteamericanos cuando atacaban ponían a todo trapo en sus helicópteros rock and roll para asustar más no ópera; las Valquirias eran 9 y en la peli se ven 14 helicópteros; y las locuras del rodaje eran tales que se usaban los del ejército filipino (veleidades de un corrupto como era el dictador Ferdinand Marcos), los cuales podían desaparecer en medio del rodaje para irse a combatir a las guerrillas rebeldes al gobierno.
En una película de culto de 1985, sin duda por ser dirigida por un esteta del cine como es James Ivory (adaptando con oscar incluido una novela de uno de los grandes de la literatura británica, E.M. Forster) “UNA HABITACION CON VISTAS”, se puede escuchar en el marco incomparable de Florencia, nada menos que “Il mio bambino caro” de la ópera ya citada en otro apartado anterior: “GIANNI SCCHICHI” de Puccini.
De nuevo a pares, quizá no recordemos que en el gran éxito del director Martin Scorsese (sin oscar) y del actor (con oscar) Robert De Niro, “TORO SALVAJE” de 1981, al inicio de la película, con los títulos de crédito y el boxeador calentando en el ring antes de un combate, en su blanco y negro característico, lo que oímos es el Intermezzo de “CAVALERÍA RUSTICANA” de Pietro Mascagni. Y esta es la misma ópera que los protagonistas están viendo en “EL PADRINO III” de Coppola, produciéndose la tragedia del asesinato de la hija del mafioso precisamente a la salida de esta representación; escena rodada precisamente en el Teatro Massimo de Palermo, famoso por ser el tercero más grande de Europa y por tener un escenario inmenso de 40*30, más grande que el patio de butacas.
Imposible olvidarse de algo tan sorprendente como “LA VIDA ES BELLA” el grandioso y original triunfo de Roberto Begnini de 1997 (logrando sacar comedia y amor a la vida de un campo de exterminio nazi), que consiguió nada menos que tres oscar, lógicos los de mejor película extranjera y mejor banda sonora, pero un tanto populista el del mejor actor para su director y protagonista. Pues bien, allí tenemos ocasión de escuchar dos veces la famosa Barcarola de los “LOS CUENTOS DE HOFFMAN” de Offenbach, la primera en el teatro donde el protagonista quiere conquistar a su amada (interpretada por Nicoletta Braschi, esposa del director en la realidad) y la segunda en el campo de concentración, como último acto de comunicación entre ellos, con un gramófono que coloca en una ventana abierta para que su amada lo escuche.
Quizá una de las arias más escuchadas es sin duda “Nessun dorma” de la ópera “TURANDOT” de Puccini, con una larga lista donde podemos encontrar tanto “MISION IMPOSIBLE: NACION SECRETA” de 2015 (con Tom Cruise dando mamporros en la tramoya del teatro donde se representa la ópera), como “EL AMOR TIENE DOS CARAS” de 1996 (el último gran éxito cinematográfico de la gran cantante, actriz y directora Barbra Streisand), incluso en “QUIERO SER COMO BECKHAM” de 2002 (en una escena original mezclándose las imágenes con una boda hindú con bailes tipo Bollywood y el partido de fútbol donde la protagonista triunfa con una falta lanzada al ritmo del aria; que curioso, allí el entrenador es un joven Jonathan Rhys-Meyers ya citado en el capítulo de Woody Allen) y también en nuestro éxito nacional “MAR ADENTRO” de Amenábar de 2004 (hoy día sería de gran actualidad su trama con la nueva Ley de la eutanasia ya aprobada).
Y otra canción muy repetida es sin duda “Vesti la giubba” de la ópera “PAGLIACCI” de Leoncavallo, que es la que acompaña en la agonía del bravo policía interpretado por Sean Connery en “LOS INTOCABLES DE ELIOT NESS” de 1987 (un exitazo de Brian de Palma que lanzó a la fama a Kevin Costner), mientras es Al Capone (Robert de Niro) el que está en el palco de la ópera llorando al escuchar el aria y llega su secuaz para darle la noticia del exitoso asesinato.
Hablar de “AMADEUS” sería un caso aparte. Es la película de Milos Forman en 1985, triunfadora en los oscar, basada en una obra de teatro del mismo nombre escrita por un popular dramaturgo Peter Schaffer), controvertida en cuanto a realidad histórica, no solo de la personalidad de Mozart (al que desde entonces siempre imaginamos como un simpático bromista gritón) sino también de su verdadera relación con Salieri (supuesto gran enemigo en esa ficción). Y es que hay muchísima música del compositor, pudiendo verse cuatro de sus óperas, donde quizás la que más destaca es la más triste, “DON GIOVANNI”, que se dice influenciada por la muerte de su padre, el cual sería el fantasma que acude de la ultratumba para advertir y llevarse al perverso conquistador.
Otras de mis debilidades es la gran película “PHILADELPHIA” de Jonathan Demme de 1993 (ya había ganado el oscar por la irrepetible “EL SILENCIO DE LOS CORDEROS” de 1991; “irrepetible” porque hubo dos secuelas apestosas…), película judicial que además es un alegato excelente contra la discriminación de los homosexuales, donde aparte de la gran actuación de Denzel Washington, tenemos la de Tom Hanks, el abogado afectado por el SIDA que acaba falleciendo, que en su última fiesta lo vemos bailando con su pareja, interpretado por nuestro Antonio Banderas (se puede discutir sobre su calidad como actor, pero su carisma es innegable e incluso su capacidad que le permitió cantar un famoso musical varios años en Broadway) y es en ese momento cuando suena un aria sensacional, interpretada además por la diva entre las divas, Maria Callas, llamada “La mamma e morta” de la ópera “ANDREA CHENIER” de Umberto Giordano (una de esas piezas que siempre me gusta oír en el coche en un viaje largo con una buena selección de la soprano). Pero, cosas de la vida, esa misma aria se puede escuchar en una película de corte totalmente distinto, que convierte en cine un manga japonés sobre luchas de cyborgs, interpretado por Scarlett Johansson (madre mía lo que se hace por dinero…, pero bueno, ella ya está en las pelis de superhéroes de Marvel) , “GHOST IN THE SHELL: EL ALMA DE LA MÁQUINA” de 2017.
La verdad es que esto podría ser interminable, repito, hasta el punto de que en la consideraba la mejor película de todos los tiempos “CIUDADANO KANE”, también tenemos ópera pues la amante del plutócrata protagonista es una mediocre soprano a la que el mismo quiere promocionar a toda costa, a pesar del fracaso evidente que la peli muestra con la representación de ¡una ópera inventada!, que nunca existió y que titularon “Salambó” (como la novela seudo histórica de Gustave Flaubert)
Así que toca terminar, pidiendo disculpas, pues igual alguna película sensacional se ha quedado en el camino, pero lo hago con otro exitazo muy recomendable de ver: “INTOCABLE” de 2012 dirigida por Olivier Nakache y Eric Toledano (actores, guionistas y directores siempre a dúo); es la versión original francesa, luego vino una versión USA que no es mala, pero si inferior. En esta positiva historia de tetrapléjico millonario (interpretado por el siempre efectivo François Cluzet) y su asistente marginal (interpretado por el negro de gran sonrisa que hoy es toda una estrella Omar Sy) hay un aprendizaje cultural importante por parte del iletrado ayudante (aparte de la confianza mutua que ambos se van tomando, hasta el punto de compartir drogas y prostitutas aunque el tetrapléjico solo siente placer si le lamen las orejas), en el cual aparecen, como no, el jazz, la música clásica y la ópera, primero con la famosísima aria, para lucimiento de una soprano, “La reina de la noche” de “LA FLAUTA MÁGICA” de Mozart, asistiendo luego juntos a una representación operística con una obra de las que se dicen no facilonas, como es “EL CAZADOR FURTIVO” de Carl María Von Weber (allí el asistente se ríe sin parar molestando al resto de asistentes porque el tenor está disfrazado de árbol y encima canta en alemán, además se queda de piedra cuando su jefe le dice que la ópera dura 4 horas), aunque hay un metalenguaje con el aria interpretada que puede traducirse mas o menos como “ya no me llevé el dolor”.
Repito que me gustaría seguir y seguir, pero es imposible. Imagínense simplemente las queridas personas lectoras que Luis Buñuel tenía una especial afición a incluir música de Wagner en sus películas o todo lo que daría de sí hablar de un esteta como Lucino Visconti que también dirigió óperas.
Así que mi última cita será para tratar de una película que me encanta (Nicholas Cage está todavía bien y ¡Cher ganó un oscar como mejor actriz!) y una ópera que posiblemente sea la que más veces he visto y que escucho en mi casa con reiteración. Es la mezcla que nos encontramos en la ya citada “HECHIZO DE LUNA” dirigida en 1987 por Norman Jewison, un grande, y la ópera “LA BOHÉME” de Puccini, entrelazándose ambas de continuo por la afición del protagonista, que al final consigue invitar a ver dicha ópera a su amada en el MET de Nueva York y al son de la maravillosa aria para Mimí del tercer acto “D’onde lieta uscí”, se atreve a tomarle la mano, apareciendo con carácter diegético-extradiegético (como dicen Jaume Radigales e Isabel Villanueva) otras partes de la ópera como cuando ellos se besan y tras hacer el amor, en ambas ocasiones por primera vez.
En fin, así es: el espectáculo debe continuar y seguiremos disfrutando de la ópera en el cine muchísimas más veces, seguro.
NOTA FINAL. Tenía grandes dudas pero no me resisto a comentar la impresionante película “FANTASÍA” de Walt Disney de 1940, que supuso un trabajo experimental sin diálogos (salvo las breves intervenciones del director de orquesta y Mickey Mouse) cuyo objetivo era ilustrar o acompañar con la animación temas de música clásica. Se interpretan ocho piezas musicales, ejecutadas la mayoría de ellas por la Orquesta de Filadelfia dirigida por Leopold Stokowski, que acompaña a siete secuencias de animación. Es verdad que hay otras muchas pelis de animación con ópera, algunas geniales con Elmer y Bugs Bunny, pero es que esta termina nada menos que con “LA DANZA DE LAS HORAS” ballet perteneciente a la ópera “LA GIOCONDA” de Almilcare Poncielli, que se ha convertido en una pieza popularísima muy por encima de la ópera, pero con Disney quedamos sorprendidos con la espectacular danza entre cocodrilos e hipopótamas, culminando la que es sin duda una película imprescindible para los amantes de la música clásica (la escucharán de una forma nueva) y para los gustosos de los dibujos animados.
JULIO 2021.
Excelente artículo,gracias por la docencia virtual
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