REFLEXIONES PANDÉMICAS (XII 9/12)
CHARLTON HESTON,
VUELTA A LOS CLÁSICOS.
--- La corrección política es tiranía con modales.
--- El problema con las películas como negocio es que es arte.
--- No hay “buenas armas” o “malas armas” .
--- Siento un miedo horrible a estar en algún sitio sin tener un buen libro para leer.
--- Soy muy agradecido, como actor, no he vivido una vida, sino muchas.
Charlton Heston.
«Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy en la que quedará como la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestra nación. …
Y así hemos venido aquí hoy para dramatizar una condición extrema. …
También hemos venido a este lugar sagrado para recordarle a Estados Unidos la urgencia feroz del ahora. …
No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que el negro tenga garantizados sus derechos de ciudadano… Se han dado cuenta de que su libertad está ligada inextricablemente a nuestra libertad. No podemos caminar solos. Y a medida que caminemos, debemos hacernos la promesa de marchar siempre hacia el frente. No podemos volver atrás.
… Les digo a ustedes hoy, mis amigos, que pese a todas las dificultades y frustraciones del momento, yo todavía tengo un sueño. Es un sueño arraigado profundamente en el sueño americano.
Yo tengo un sueño de que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo: ‘Creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales’.
Yo tengo el sueño de que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.
Yo tengo el sueño de que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.
Yo tengo el sueño de que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter. ¡Yo tengo un sueño hoy!
Martin Luther King
Charlton Heston es sin duda una figura histórica del cine, cuya vida está un poco oculta pues le recordamos por sus míticos papeles en películas históricas (fue Moisés, El Cid, Ben Hur) o la inolvidable saga de “EL PLANETA DE LOS SIMIOS” y sus modernas polémicas como presidente de la Asociación nacional del rifle, defendiendo la libertad de armas en USA. Pero yo siempre supe (como luego explicaré), sin haber profundizado en el tema, de su amor por el teatro de Shakespeare, así que tenía que haber algo más intelectual que un famosísimo actor de gran porte, pero un tanto duro de facciones.
De ahí que me llamara la curiosidad poder ver su primera película en Hollwwood, “DARK CITY” (“Ciudad en sombras”) de 1950 (no confundir con otra del mismo título en inglés de 1998 que no tiene nada que ver en argumento) que es una típica producción Serie B, un tanto tópica pero que no está mal y ello es debido a su director, uno de esos artesanos a sueldo en los estudios William Dieterle; un emigrado alemán que hizo multitud de pelis con eficacia gracias a muchos buenos guiones, algo habitual entonces, siendo posiblemente la más famosa la de 1954 “LA SENDA DE LOS ELEFANTES” con Peter Finch, Elisabeth Taylor y Dana Andrews.
Curiosamente, se dice que esta última peli es un precedente de inferior calidad al clásico “CUANDO RUGE LA MARABUNTA” del mismo año (dirigida por un artesano de menos éxito, Byron Haskin del que resulta curioso citar que dirigió algo muy original en 1964 “ROBINSON CRUSOE EN MARTE“ trasladando la famosa novela al planeta rojo, historia que ha repetido muy modernizada, nada menos que Ridley Scott en 2015, con Matt Damon como protagonista).
Pues bien, este clásico hormigueante está protagonizado precisamente por Heston, Eleanor Parker y William Conrad; del mismo pueden recordarse muchas cosas, como su original historia (Heston interpreta a un rico magnate que esta solo en Brasil y concierta matrimonio por correo, pero luego se decepciona cuando se entera de que su esposa no es virgen, al ser viuda, cuando el todo lo quiere nuevo en su mansión y su vida) y sus diálogos, uno de los cuales ha servido precisamente para titular un magnífico libro de cine que ya he glosado en estas páginas, de la editorial gijonesa llamada Rema y vive, “Un piano suena mejor cuando se ha tocado” (con prólogo de Alejandro Díaz Castaño, el director de nuestro Festival de Cine), que es precisamente lo que la esposa le dice al magnate en la tensa escena, acusándole de ignorancia.
Voy a dar algunos datos sobre nuestra figura, siguiendo principalmente las páginas de Wikipedia (con su contraste en la versión inglesa, siempre mucho más amplia para todo lo que es de fuera de España; más la visita de otras páginas y algún excelente documental de Youtube).
1.- SUS INCIOS Y SU AMOR AL TEATRO DE SHAKESPEARE.
Heston nació en el estado de Illinois, con el nombre de John Charles Carter; su padre era trabajador en un molino de pan y él era el único hijo. Cuando todavía era niño, sus padres se trasladaron a una zona rural de Míchigan, donde él pasaba largas horas leyendo y actuando para sí mismo.
Antes de cumplir los diez años, sus padres se divorciaron y él se quedó con su madre. Unos años más tarde, ella se casó con un hombre llamado Chester Heston, apellido que más adelante él utilizará como nombre artístico. La nueva familia se mudó a Chicago, donde Heston fue al colegio. Participó en las funciones teatrales de la escuela (había pocas opciones según el mismo confesó), con tan buen resultado que obtuvo en 1942 una beca para estudiar en la escuela de arte dramático de la Universidad del Noroeste, especializándose en el teatro shakesperiano.
En 1944 se casó con una estudiante de arte dramático de la universidad, Lydia Clarke, la que sería su esposa hasta su muerte en 2008. En el mismo año fue llamado a filas, destinado a las islas Aleutianas y sirvió en la Fuerza Aérea. Participó en la guerra y volvió tres años después.
A su regreso, su esposa y él marcharon a Nueva York, donde trabajaron como modelos. Su deseo era actuar en el teatro, pero al no poder hacerlo en Nueva York, se fueron a Asheville, en Carolina del Norte, y se hicieron cargo del teatro local como gestores y actores. En 1947 volvieron a Nueva York y esta vez Heston recibió una oferta para intervenir en la obra “Antonio y Cleopatra” en un teatro de Broadway. Tuvo éxito y consiguió nuevas ofertas, también para la televisión (interpretó asimismo a Marco Antonio), medio en el cual hizo varias interpretaciones que tuvieron también una buena acogida.
2.- SU CARRERA COMO ACTOR.
Llegó el momento de trasladarse a Hollywood, con su buena apariencia, muy fotogénica, una mezcla particular de modestia y dignidad, con una poderosa presencia física (1,91 m de altura), sumadas a la seriedad que le caracterizaba, confirieron gran credibilidad a sus actuaciones y le abrieron las puertas del medio hollywodiense, siendo contratado por Paramount Pictures. (consiguió firmar un contrato sin exclusividad, uno de los primeros en hacerlo, lo que le dio libertad para hacer teatro e incluso tele). Ya dije cual fue su primera película, con la que llamó la atención de los profesionales del cine. Las críticas hacia él, como en el New York Times, fueron muy buenas. En efecto, en concreto el crítico Dennis Schwartz dijo:
El veterano director William Dieterle ha tenido una mala mano con el guion débil, pero el talentoso reparto juega la mano lo mejor que pudo ... El ambiente oscuro lo establece la excelente fotografía en blanco y negro de Victor Milner. La interpretación finamente afinada y matizada de Heston, como un tipo que se volvió malo pero que puede ser salvado por el amor, le da al melodrama suficientes cualidades de cine negro para superarlas, pero no las suficientes para aliviarlo de su tedio.
A partir de ahí, casi todos conocemos, porque lo hemos visto con admiración y deleite, una larga carrera plagada de papeles icónicos, incluso cambios de registro y atrevimientos en algún caso como es la película de ciencia ficción de 1974 “SOYLENT GREEN (CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE)” con la que se ganó las simpatías de los ecologistas.
Desde luego, supo elegir muy bien sus papeles (sin despreciar superproducciones muy lucrativas o algunas vaqueradas que son de las buenas) y el hecho de haber ganado el oscar al mejor actor por “BEN HUR” en 1959 se lo permitía sin duda alguna.
Hacer una lista de sus mejores papeles sería casi interminable, dejo solo a mi memoria alguna absolutametne sensacional, como cuando interpretó a Miguel Angel en la estupenda “LA AGONIA Y EL EXTASIS” de 1969, siendo su alter ego otro grande Rex Harrison como el Papa Julio II y dirigida por otro excelente cineasta como era el inglés Carol Reed.
Ni que decir tiene que, para mi, su intervención en las dos primeras películas de la saga de “EL PLANETA DE LOS SIMIOS” hace que sean las mejores sin duda alguna de todas las que se hicieron (aunque, sin duda alguna, la primera no ha sido superada jamás, pues su final abierto -con la Estatua de la Libertad semi enterrada en una playa- es absolutamente memorable). Por cierto en la nueva versión dirigida por Tim Burton en 2001, Heston hace un pequeño cameo.
Y, con mucha nostalgia, recuerdo sin duda como maravillosa “55 DIAS EN PEKIN”, rodada en España en 1963, donde comparte amor y dolor con Ava Gadner (también destaca David NIven), cuya dirección es polémica, pues el gran Nicholas Ray no la terminó y acabó haciéndolo Andrew Marton del que ya hablé en el artículo precedente.
Otro gran ejemplo de su atrevimiento fue interpretar en 1965 un papel duro, el del “MAYOR DUNDEE”, en una de esas típicas, violentas y fuertes películas de Sam Peckinpah (que refleja la persecución y el extermino sufrido por los indios de norteamérica), donde están otros actores de porte como: Senta Berger (haciendo de mexicana), Richard Harris, James Coburn y otro clásico del director Warren Oates.
Pero aún más cosas sorprendentes, como la producción de 1965, “EL SEÑOR DE LA GUERRA” (que creo haberla visto en unas de esas clásicas tardes de sábado de mi infancia, con cine en la tele) dirigida precisamente por Franklin Schaffner (un grandísimo director, que fue el que hizo la primera de la saga simiesca antes citada y otra obras de grandísimo prestigio como la oscarizada “PATTON” en 1970, “PAPILLON” en 1973 y su último gran triunfo “LOS NIÑOS DEL BRASIL” de 1978, sobre los nazis que se ocultaban en latinoamérica).
Pues bien, esta película es la historia de un señor feudal del medievo (allí vemos a nuestro hombre con un corte de pelo tipo monje que en plan de coña siempre llamamos “tipo bacinilla”), que se instala en un territorio lejano para controlarlo (ayudado por su lugarteniente, un siempre duro Richard Boone) y acaba ejerciendo el llamado “derecho de pernada” (sorprende que le franquismo no lo censurase) con la hermosa novia de uno de sus súbditos antes de su boda (la rubia en cuestión era Rosemary Forsyth), con una difícil historia de amor en medio de la normal violencia de una historia de espadones y corazas.
Y no podemos olvidar su papelón (teñido de negro y con bigote para interpretar a un policía mexicano) en una de las más grandes películas del cine negro de 1958, “SED DE MAL” (”TOUCH OF EVIL”), junto a Janet Leigth, Orson Welles y una sorprendente Marlene Dietrich de pelo negro y piel cetrina. Pues bien, la película la dirige el propio Orson Welles y eso fue gracias al actor, pues Heston había aceptado entendiendo que Orson iba a ser el director, cuando no era así, y luego los estudios no quisieron quitarle la gran ilusión que tenía. No solo eso, sino que el director reescribió el guión y le dieron total libertad creativa (algo que de otro modo hubiera sido imposible, pues su mala fama en los estudios de USA era tremenda, como alguien incapaz de acabar los proyectos en tiempo y dinero pactados, de hecho había rodado sus tres anteriores films en Europa). Y así se logró una joya: Su fotografía en blanco y negro con sus contrastes son sensacionales y su largo plano secuencia de 3 minutos, con el que inicia la película, tardó 15 días en llevarse a cabo, siendo algo mítico en la historia del cine.
Pero todo esto es solo una muestra al azar, basada en los gustos y memoria gozosa del que esto escribe, que da buena muestra de la gran categoría de nuestro hombre.
Como suele pasar, con la vejez, el actor acabo haciendo papeles secundarios de relumbrón en superproducciones o series televisivas, o sea, lo normal.
Pero su amor por Shakespeare llegó hasta participar en la versión que el inglés (nacido realmente en Belfast, pero familia protestante que se trasladó a Inglaterra) Kenneth Branagh hizo de “HAMLET” en 1996 (megalómana versión de 4 horas que al menos no fracasó en taquilla, aunque tampoco alcanzó gran éxito), interpretando al actor ambulante que recita el relato de Eneas a Dido sobre la muerte de Príamo. Lo que es muy conocido es que en los primeros ensayos de la obra que el director hizo, Heston dejó impresionados a todos por la energía, suficiencia y precisión con la que recitó sus versos (lo cual se refleja sin duda en la película).
Su último papel, en cinta apenas conocida, era interpretando al nazi Josef Mengele.
3.- VIDA POLITICA.
Siempre se dice que fue un nombre de derechas, pero inicialmente estaba con el Partido Demócrata y su compromiso le llevó a participar en la famosa marcha a Washington por los derechos civiles que se llevó a cabo el 28 de agosto de 1963, integrando la delegación de Hollywood, junto a Marlon Brando, James Garner, Paul Newman y otros, oportunidad en la cual Martin Luther King pronunció su famoso discurso conocido como “I have a dream” (“Yo tengo un sueño”).
Es cierto que luego se pasó al Partido Republicano y apoyó a sus candidatos.
También actuó sindicalmente, al ser Presidente de la Unión de Actores de 1965 a 1971.
Finalmente, su “mala fama” como derechista (en realidad posiblemente era sólo un hombre de convicciones firmes) le viene por haber sido presidente entre 1998 y 2003 de la National Rifle Association (Asociación Nacional del Rifle - NRA), desde la que defendió ardientemente el derecho a la libre posesión de armas de fuego en Estados Unidos. El director de cine Michael Moore entrevistó a Heston en su famoso documental ”BOWLING FOR COLUMBINE”, donde se aborda el tema de la Masacre del instituto Columbine, en el condado de Jefferson (Colorado), en 1999. Luego de la masacre, el actor había dirigido un mitin de la NRA justamente en ese condado, a pesar de que las autoridades y los familiares de las víctimas le habían pedido que no lo hiciera. Heston, desoyendo las súplicas, decidió realizar el mitin de todas formas, por lo que algunos interpretaron su actitud como una provocación.
4.- HESTON COMO DIRECTOR.
Heston intentó hacer carrera como realizador, pero fue un fracaso, solo podemos citar las siguientes:
“MARCO ANTONIO Y CLEOPATRA” rodada en España en 1972, con guion escrito por él mismo adaptando el drama de Shakespeare, que protagoniza junto a una actriz llamada Hildegard Neil de la poco más volvimos a saber…, donde podemos ver a los españoles Fernando Rey, Carmen Sevilla y Juan Luis Galiardo, que fue un verdadero desastre de crítica y público, lo cual no era de extrañar pues la vi en el cine en aquella época y la recuerdo aburrida y acartonada; más, claro, no es fácil darle vida cinematográfica a una obra del gran autor teatral inglés.
Otro pinito lo hizo en 1982, ahora sin duda para ayudar a su hijo Fraser C. Heston (que escribió el guión y la dirigió en parte) “DUELO EN LAS PROFUNDIDADES”, una aventura de enfrentamiento y rescate en una mina, que mejor dejamos para el olvido, salvo señalar que allí estaba una jovencita que empezaba a destacar, llamada Kim Basinger.
Y, finalmente, una producción televisiva de 1988, con un elenco de prestigio, encabezado por él mismo, más John Gielgud y Vanessa Redgrave, que es nada menos que una adaptación de la gran película comentada en mi anterior artículo: “A MAN FOR ALL SEASONS” sobre la vida de Santo Tomás Moro.
En 2002 Charlton Heston anunció que padecía la enfermedad de Alzheimer y se retiró de la vida pública hasta fallecer seis años después.
En fin, un grande entre los grandes, seguro que minusvalorado muchas veces, cuando tiene muchísimos méritos personales y artísticos. Descanse en paz.
Gijón, febrero 2021.
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