REFLESIONES PANDÉMICAS (VI)

“STAR WARS”. 
Aniversario de la revolución cinematográfica.

El pasado lunes 25 se han cumplido 43 años del estreno de una película que revolucionó el cine de acción y de ciencia ficción.

Era la primera película de la saga STAR WARS, titulada entonces “LA GUERRA DE LAS GALAXIAS” (“STAR WARS” en USA), pero que ahora, con la nueva reordenación del conjunto, es la 4ª y se llama ”STAR WARS. EPISODIO IV. UNA NUEVA ESPERANZA”.



El estreno en USA fue el 25 de mayo de 1977 (en España fue el 7 de noviembre), aunque el director y productor George Lucas quería que coincidiese con la fecha de su cumpleaños (el día 14), pero no lo logró; eso sí el resto de partes se han estrenado todas en mayo en USA.

Con la pandemia aproveché para una revisión, pero aun no he podido meterme con los capítulos 8 y 9, porque estoy bastante decepcionado o me ha cambiado el gusto ya por este tipo de cine.

Anécdotas sobre esta gran saga las hay a millares. Baste citar la de la gran millonada que se ganó Steven Spielberg (unos 40 MM USA) cuando Lucas le propuso intercambiarse mutuamente el 2,5% de los beneficios de las películas que ambos estaban rodando en ese momento. El primero estaba con “ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE” y Lucas fue a verle en el rodaje y entendió que sería un triunfo seguro, cuando dudaba de la suya (la primera de la saga). Esa falta de confianza le hizo perder ese dinero, pero fue casi calderilla por los estratosféricos beneficios que la saga ha dejado y sigue dejando (ahora es propiedad de Disney y está en su Plataforma).


No quiero ponerme a dar datos, la pandemia se va acabando y hay que volver a producir, la vida normal nos reclama a todos.

Solo me referiré a algunas vivencias personales:

Primera trilogía (hoy 2ª, entregas IV a VI). Las tres primeras las vi en su día encantado y maravillado, aunque algunas cosas ya no me gustaban: exceso de criaturas propias de los teleñecos y exageraciones a raudales, pero el ritmo y la atracción por los personajes te hacían pasar un rato divertido.

Ahora, tras muchos años, los defectos se han hecho gigantescos y a veces rozan el ridículo, hay demasiado infantilismo. Por ejemplo: ¿de que valen las corazas blancas de los soldados del imperio si no aguantan ningún tiro? ¿en una sociedad tan avanzada siguen actuando como en el oeste a tiros de pistola? La batalla terrestre final en la película “EL RETORNO DEL JEDI” con los pequeños peludos Ewoks no aguanta un pase (armas de la prehistoria contra tecnología supermoderna).


En todo caso, la trilogía guarda coherencia argumental y se deja ver en conjunto, si nos olvidamos de esas tonterías. La mejor posiblemente “EL IMPERIO CONTRAATACA”.

Segunda trilogía (entregas I a III). Me decepcionó de tal forma la primera de ellas, “LA AMENAZA FANTASMA”, el abuso de personajes que son muñegotes y la repetición de algunas temáticas me dejaron exhausto y sin ganas de seguir. Así que decidí no ver ninguna más, de modo que no fui al ni para la 2, ni para la 3. Craso error, porque más tarde si tuve ocasión de ponerme frente a ellas en video y me gustaron, ya que el personaje de Darhz Vader de joven, su relación con la senadora Padmé Amidala y su antagonismo con el jedi Obi-Wan Kenobi (interpretados por tres actores de gran carisma: Hayden Christensen, Natalie Portman y Ewan McGregor) le dan otro cariz a las películas y un nivel incluso superior a las de la primera entrega en cuanto a trama, tragedia e intensidad de caracteres (especialmente la tercera “LA VENGANZA DE LOS SITH”).



Tercera trilogía (entregas VII a IX).  Pues animado por lo antes dicho, volví a ir a cine a verla, “EPISODIO VII - LOS ULTIMOS JEDI”, pero sin tenerlas todas conmigo, y el resultado fue una hecatombe para mí, solo me pareció un gran negocio y poco más. Todo ya demasiado visto y exageramientos absolutamente ridículos; como ejemplo basta un botón: Un malvado del lado oscuro (interpretado por  Adam Driver, actor al que no trago y no entiendo que lo tengamos hasta en la sopa), poderoso donde los haya, como todos los suyos, se enfrente con su espada láser a un negro pipiolo (interpretado por Jhon Boyega) que usa para defenderse una espada láser de una Jedi, que nunca antes había usado, y ¡no recibe ni un arañazo! Me dije: apaga y vámonos…, esto es ya una tomadura de pelo.


Y así sigo, sin haber visto los episodios VII y XIX (ni por supuesto los productos y series alrededor, para aprovechar la mamandurria económica, que ya no se ni cuantos hay); pero por supuesto, como ya está tan fácil con la plataforma Disney esperaré el momento para atreverme, a ver si me consuelan un poco estas dos últimas. 


Eso sí, primero volveré a ver, por enésima vez, la maravillosa “FANTASIA”  de 1940, una verdadera joya que combina gran música clásica con dibujos animados de lo mejor de la casa (algunos de ellos excepcionales como “EL APRENDIZ DE BRUJO” con Mickey Mouse y música de Paul Dukas), que por primera vez vi en el cine en Madrid hace muchos años, adonde llevé a unos amigos ajedrecistas que rieron y la disfrutaron muchísimo, a pesar de que algunos casi ni sabían lo que era ese tipo de música y consideraban los dibujos cosas de guajes.



Gijón, mayo 2020. 

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