REFLEXIONES PANDÉMICAS (II)
“LA PESTE” de Albert Camus.
EL CALVARIO DE LAS ADAPTACIONES CINEMATOGRÁFICAS.
EL CALVARIO DE LAS ADAPTACIONES CINEMATOGRÁFICAS.
--- Le preguntan miembros de la comisión sanitaria: … ¿está seguro de que se trata de peste?”
--- Doctor Rieux: “No es una cuestión de vocabulario, es una cuestión de tiempo”.
“El bacilo de la peste nunca muere o desaparece, puede permanecer dormido durante décadas en los muebles o en las camas, aguardando pacientemente en los dormitorios, los sótanos, los cajones, los pañuelos y los papeles viejos, y quizás un día, solo para enseñarles a los hombres una lección y volverlos desdichados, la peste despertará a sus ratas y las enviará a morir en alguna ciudad feliz”.
“Puede parecer una idea ridícula, pero la única forma de combatir la plaga es la decencia.”
“LA PESTE”.
Albert Camus.
El próximo mes de junio se cumplirán 73 años desde la publicación de una de las novelas mas importantes de la historia, fruto de la genialidad del escritor francés que entonces solo contaba con 34 años, al que le dieron el premio nobel de literatura en el año 1957 (justísimo, sin discusión, pero abrumador como él mismo confesó) y no era de extrañar, pues en el mismo año de su debut literario (1942) parió otras dos obras fundamentales de nuestra cultura: “EL EXTRANJERO” (novela) y “EL MITO DE SÍSIFO” (ensayo).
Hace unos días un amigo me confesó que Camus era uno de sus dioses y me quedé estupefacto pues no había mejor manera de expresar lo que significó y significa para mí, pues todo en él me cautiva y me hace pensar, incluyendo, como no, sus portentosas obras de teatro, como “EL MALENTENDIDO” que recientemente tuve la gran suerte de ver en Gijón, maravillosamente llevada a escena por el grupo aficionado La Galerna.
Hay muchas publicaciones sobre el escritor que lógicamente harían que mi esfuerzo en glosar al personaje o su obra serían un vano y petulante esfuerzo. Como simple muestra puedo citar el estupendo artículo de Esther Peñas en la revista digital ETHIC de junio de 2017. Allí nos llama la atención sobre elementos metafóricos que la novela esconde, como los referidos a la actitud de los franceses durante la conquista nazi y su colaboracionismo.
Lo encontré al documentarme para esta entrada, que como todos podréis adivinar, está motivada por el estado de alarma que estamos sufriendo y la novela es una de las obras que quizá es necesario leer o releer en nuestros encierros caseros, pues seguro que disfrutaremos y reflexionaremos en positivo.
Mi objetivo ahora, al hilo de lo anterior, es referirme a las adaptaciones cinematográficas de las obras de Albert Camus, donde por desgracia se cumple el aserto de que normalmente las adaptaciones desmerecen muchísimo a la obra literaria (aunque en algunas ocasiones, si la obra es por ejemplo un churro, la película es mucho mejor, lo cual generalmente se consigue alejándose o alterando lo escrito, como simple ejemplo: “FORREST GUMP”, en la que se eliminaron muchas cosas de la novela, realmente desmadradas).
Podemos consultar muchas páginas donde esto se estudia o se hacen comparativas, como la siguiente web amiga:
Pues bien, Camus ha tenido mala suerte con las adaptaciones de sus obras (hablo solo de las cinematográficas, pues en teatro y televisión ha habido muchísimas más, especialmente en Francia), pues han sido pocas y solo una destacable, aunque controvertida, la dirigida en 1967 por el gran estilista italiano Luchino Visconti, que contaba además con la gran estrella Marcello Mastroiani (prácticamente todo lo suyo es bueno) y una bella Ana Karina (actriz y cantante emblemática de la Nouvelle Vague francesa), pero claro, el libro no es fácil para ser llevado a la pantalla dadas las abundantes sensaciones y reflexiones del protagonista (siempre lo tuve personalmente claro, desde que tuve la gran suerte de leerlo y estudiarlo en clase de francés en mi bachillerato en el Instituto Jovellanos).
Hay una segunda adaptación ¡turca! de 2001 “YAZGI”, de la que poco puedo decir pues a España no llegó y parece una versión bastante libre.
De 1996 tenemos el largometraje húngaro, asimismo poco conocido, basado en la obra de teatro “CALÍGULA”, del realizador y guionista Sándor Cs. Nagy, que dicen es muy floja. Por supuesto, nada que ver con el homónimo bodrio sensacionalista y semi-pornográfico de Tinto Bras en 1979, que estaba sin embargo basado en una obra de Gore Vidal y contaba con actores de peso como: Malcolm McDowell (Calígula), Peter O’Toole (Tiberio), John Gielgud (Nerva) y una joven Helen Mirren (prácticamente debutante en cine, había actuado sobre todo en TV).
Algo mejor fue sin duda la adaptación en 2014 del cuento “EL HUÉSPED” incluido en su único libro de relatos llamado “EL EXILIO Y EL REINO”, que para la crítica presenta un hilo conductor con un mismo propósito ético y estético, la fraternidad humana, el sentido de la existencia, y la añoranza de un universo moral que nos proteja del destructivismo ético y social; aunque personalmente me gusta más la idea de que hay siempre el reflejo de un exilio de los personajes (físico y social o personal e interior) en lo que enlazarían con “EL EXTRANJERO”. La película es “LEJOS DE LOS HOMBRES” la dirige el francés David Oelhhoffen, que también hizo el guion, está ambientada en Argelia (hogar nacimiento y juventud del escritor) y la protagoniza el siempre efectivo Viggo Mortensen. Se la ha tildado de western minimalista, parsimoniosa y austera, con personajes poco profundos.
Y llegamos a “LA PESTE” donde, para nuestra sorpresa, solo hay una adaptación al cine y de elevado presupuesto, en 1992, dirigida y co-escrita por Luis Puenzo, argentino que triunfó a la primera con su film “LA HISTORIA OFICIAL” (ganó el oscar a la mejor película extranjera en 1986, siendo una dura historia alrededor de la dictadura militar argentina y las adopciones ilícitas de los hijos de los “desaparecidos”); pero, claro, como muchos críticos han dicho, al director no le puede tocar la lotería dos veces y se encontró con una obra titánica, sin estar preparado o capacitado o inspirado para hacerlo, tratándose de una coproducción de gran presupuesto y, claro, al trasladar la historia a una ciudad sudamericana en tiempos más modernos, no cuadra con la novela; así, pese al gran elenco encabezado por un excelente William Hurt, Robert Duvall, Raúl Juliá o la francesa Sandrine Bonnaire, se hunde sin remedio.
La verdad es que solo la han defendido en la propia argentina, cosa lógica pues miran para lo suyo, pero es mas entusiasmo que otra cosa, lo cual se les contagia por su veneración de la figura del escritor y el viaje que el mismo hizo a Buenos Aires en agosto de 1949, que fue su puerta para abrirse al mundo hispano, dado que en España estaba aun censurado dada su ideología y pensamiento (la alineación con los comunistas le duró mucho menos que a Jean Paul Sartre, pues rápidamente se dio cuenta de los engaños y crueldades del Estalinismo) y si sus obras circularon en castellano fue gracias a las editoriales argentinas más famosas. Precisamente el pasado agosto se cumplieron 70 años desde la visita del escritor y por eso organizaron muchos actos conmemorativos, entre los cuales hubo algo excepcional, como fue que el manuscrito de “La Peste” viajó hasta allí (entre fuertes medidas de seguridad pues fue la única vez que salió de Francia hasta la fecha) para ser expuesto en la Biblioteca Nacional de Argentina. La verdad es que se pasan, pues el escritor solo estuvo en Argentina dos días y casi recluido en la residencia de Victoria Ocampo, la gran dama, editora y mecenas de las letras argentinas (la cual precisamente tradujo su obra de teatro “CALÍGULA” en 1946). La historia del manuscrito de la novela, como contó Anais Dupuy-Olivier, encargada del departamento de manuscritos de la Biblioteca Nacional de Francia, fue la siguiente:
En agosto de 1944, el novelista y dramaturgo francés regaló el manuscrito a su amigo, el editor Michel Gallimard. Posteriormente, la familia Gallimard cedió este original al coronel Sickles, un coleccionista de obras literarias del siglo XIX y XX”. El coronel Sickles decidió vender (!!) en los años 80 todos sus manuscritos del siglo 20. Entonces, en junio de 1983 hubo una subasta en la casa Drouot y la Biblioteca Nacional de Francia adquirió así La peste de Camus y otros documentos”.
Van unas páginas argentinas:
Gijón, marzo 2020.
Comentarios
Publicar un comentario