CRONICA PERSONAL DE LA 57 EDICION DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE GIJON (FICX).
«La belleza que esconde la cultura de un pueblo está en su folclore.
La tradición, es una vía de expresión común a todos los seres humanos.
El folclore es un ser vivo que se extiende por toda la faz de la tierra, como un micelio, conclusión no entiende de barreras físicas ni políticas. Llegué a estas 3 conclusiones en el 2008, después de 13 años estudiando piano y tuba en el conservatorio de Oviedo y Barcelona. Aprendí, como si de una revelación se tratase, que el arte que uno hace, debe estar conectado a todo lo que hicieron nuestros antiguos, porque así, es la forma de que esté conectado todo lo que hacemos los presentes. Llegué a la de que somos colmena gracias a la música tradicional.”
Rodrigo
Cuevas.
“La animación es el lenguaje más libre.”
“A los niños se les dice que tienen que ser el mejor, tienen que ser
competitivos, pero no se les dice que tienes que aprender a amar y a conectar.»
Anca
Damian.
La verdad es que me he quedado satisfecho, pero
siempre tiene que haber alguna zona de sombra, afortunadamente mínima en este
caso.
La Gala de Inauguración
no me decepcionó, sino todo lo contrario, gracias a un gran Rodrigo Cuevas
que daba su habitual show de loca sexy y con su falar asturianu, que demostró sus grandes dotes como músico y
cantante, un verdadero lujo que debe cuidar su carrera para avanzar en la
excelencia y no abandonarla nunca. La pena fue que su partenaire Henar
Alvarez (periodista, guionista y cómica madrileña de raíz asturiana) actuó
de la misma guisa y acabó siendo chabacana, cuando podía haber dado un
contrapunto un poco más serio, que hubiese contrastado mejor con el showman
de Oviedo, el llamado el “Freddy Mercury del folclore asturiano” (por
ejemplo, ni siquiera dio juego a su video con el realizador estrella David
Lynch, que estuvo en pantalla escasos segundos).
En la Gala de Clausura mi papel ya no
fue el de mero espectador, porque debí entregar el Gran Premio del Foro Jovellanos
Principado de Asturias (fundación de la que soy secretario) a la mejor
película a juicio del público (algo de gran relevancia siempre), que este
año le correspondió a la cinta de animación “EL VIAJE DE MAROMA”,
que gira en torno a la vida de una perrita, dirigido por la rumana Anca Damian (ya
ha estado en el festival más veces y tiene una filmografía muy interesante,
pero poco conocida).
Tal labor me permitió estar en el backstage
(con artistas, actores y demás gente del mundillo) y conocer además los
entresijos de una producción así, con la gran labor del equipo de personas que
nunca son conocidos, pero resultan imprescindibles para que todo acabe bien.
Allí tuve ocasión de hablar un buen rato con Anca Damian, que estaba
sorprendida porque los españoles ¡hablábamos a voces! y eso la aturdía.
Foto: El Comercio
La ceremonia se fue desarrollando muy bien,
pero solo pude ver su tercio final desde mi butaca, degustando de nuevo la gran
actuación de Rodrigo Cuevas, esta vez ataviado de un estiloso smoking
negro y con una pequeña guitarra en sus manos, dejando otra vez muestras de su
habilidad y su sensacional manera de cantar todo tipo de temas. La
copresentadora era la periodista y presentadora asturiana, afincada en Madrid, Arantxa
Nieto, que cumplió perfectamente con su cometido.
Foto: El Comercio
Hubo momentos muy simpáticos, pero lo más
destacado posiblemente fueron las palabras del director de la película
ganadora, el portugués Pedro Costa, que tras recibir su premio de manos
de nuestra alcaldesa, primero dijo que teníamos que aprender portugués y luego
afirmó que Gijón había cambiado mucho tras su última visita, tras lo cual
nuestra regidora Ana González le apuntó que “para bien”, pero el realizador
dijo “para bien y para mal”. Un fenómeno, vamos. Y que decir de la gran
triunfadora del festival, su película “VALENTINA VARELA” (la
historia de una mujer de Cabo Verde que se va a Portugal cuanto fallece su
esposo que llevaba prometiéndole años y años que la llevaría allí…), pues que
voy a decir, bastaría simplemente referirse al gran número de gente que se
salió de su proyección tras la Gala de Clausura. La opinión es libre,
pero más de dos horas con un film negro, donde todos son negros, con un barrio
negro y depresivo, y donde casi no pasa nada de nada, pues que voy a decir, me
recordaba los gloriosos días del Cine Brisamar de Cimadevilla,
donde muchas veces nos tragábamos unos callos infumables de los que lógicamente
había que hablar alabándolos, porque se trataba de “cine de arte y ensayo” que
muchas veces incluso había estado prohibido durante “la Oprobiosa”.
Menos mal que tras la proyección hubo un cóctel
en el Antiguo Instituto de Jovellanos, que estuvo divertido y
entretenido, donde pude sacarme fotos con el magnífico Fernando Trueba y su hijo Jonás
Trueba (también director), que fueron acompañando a su esposa y madre,
respectivamente, Cristina Huete que recibió un merecidísimo “Premio Mujer
de Cine”, por su exitosa carrera como productora (recuérdese, entre muchas,
las oscarizada “BELLE EPOQUE” de 1992).
Foto: El Comercio
Foto: El Comercio
Gijón, noviembre 2019.
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