MIENTRAS DURE LA GUERRA
ALEJANDRO AMENÁBAR CON UNAMUNO, FRANCO Y QUEIPO DE LLANO.
”Me di cuenta de lo que significaba ser director con Hitchcock. De Kubrick aprendí su obsesión por el cine, por la perfección y la profundidad. Pero me gustaría parecerme a Spielberg, es el que mejor conoce el oficio.“
“Mi cine no es un cine de respuestas sino de preguntas.“
“Un director tiene que buscar desafíos, ser creativo, casi rozar la locura y, sobre todo, ser muy práctico.“
Alejandro Amenábar
Había gran expectación para ver el séptimo largometraje del consagrado director, guionista y compositor. Claro, casi todo el mundo sabía de las peripecias y contradicciones de esa gran figura de nuestra literatura y filosofía como fue el vasco Miguel de Unamuno, que cuando hablaba no tenía pelos en la lengua y soltaba sus ideas como directos a la mandíbula (aunque el mismo las cambiase cuando le placía), yendo contra “los hunos y contra los hotros” como a él gustaba decir.
La película es irreprochable a mi entender, a salvo de las licencias que el director se permite, como son algunos diálogos lógicamente inventados porque nadie los ha registrado o algunos hechos que nunca sucedieron (se habla de más de 18 errores históricos), como que Carmen Polo, la esposa de Franco, le llevase en coche después del famoso acto en el Paraninfo de la Universidad, donde sí le apoyó públicamente (pero no le salvó la vida, de hecho el escritor salió por su propio pie).
Unamuno sale del Paraninfo tras el famoso incidente. Foto de Ángel Laso.
Los actores protagonistas, como todo el mundo reconoce, están soberbios: Karra Elejalde en su papel de Unamuno y Eduardo Fernández en el del mutilado general de la legión, Queipo de Llano (general que tenía un nivel profesional e intelectual, algo poco conocido, al que en la película se le da más protagonismo del que realmente tuvo). No se destaca tanto al resto del plantel, pero todos están a un nivel excelente (algo habitual en el cine español serio) y haría una mención especial al tercer gran papel de la cinta, como es el de Franco, encarnado de manera proverbial por Santi Prego, poco conocido a nivel nacional, pero una persona muy especial y de gran prestigio: Licenciado en Filosofía y profesor de la Escuela Superior de Arte Dramático de Galicia; fundador de las compañías Ollomol-teatro submarino y Ollomoltranvía; director de la revista Escaramuza de la Asociación de Actores y Actrices de Galicia.
No puedo dejar de hacer dos comentarios extra-cinéfilos:
El primero, que la revista Fotogramas nos decía en su portada: “Las dos Españas según Amenábar”, pero eso no es así, la película solo trata de una de ellas, no pretende otra cosa, aunque el protagonista deba intentar justificar las salvajadas de un banco refiriendo las del otro, cuando se lo echan en cara; no es algo que verdaderamente forme parte del fin o historia de la película.
El segundo que en esa misma revista Amenábar deja un comentario: “La vuelta del fascismo me tiene absolutamente acongojado”. Pero la pena es que no hay más explicaciones, con lo cual quedamos pensando si se estará refiriendo de modo metafórico (no hay partidos fascistas en el mundo occidental, salvo casos casi anecdóticos) a Trump, a Vox, a los ultra-derechismos europeos… (o sea las obsesiones de nuestra izquierda o progresía) Y no parece que se esté refiriendo a las antidemocráticas China o Rusia, a Irán, al Isis, a los emiratos árabes, a Cuba, a Venezuela, etc, que son tan fascismos como los demás, solo que aparentemente de izquierdas y no hay una palabra tan manida para ellos.
La película se centra en Unamuno y el advenimiento de Franco como líder “generalísimo” de un alzamiento que al principio decía defender la propia República. De este modo , no trata otros temas muy interesantes alrededor de la biografía del gran escritor, como lo fue su relación con Jose Antonio Primo de Rivera (con que se había visto y al que elogió y criticó por igual, como era típico en él; el cual ya estaba encerrado en la cárcel de Alicante, donde acabó siendo fusilado, cuando se produjeron los hechos del Paraninfo de Salamanca; relación entre ellos que según parece a Unamuno le costó no recibir el premio nobel de Literatura) y su relación con La Falange (sus miembros se dedicaron precisamente a protegerle en los días posteriores al Paraninfo, pues no las tenían todas consigo con el ejército de Franco), sobre los que hay un gran artículo publicado en ABC Historia en estos días, de César Cervera, en el cual además se citan nos estupendos libros sobre el personaje de muy recomendable lectura, uno de Jon Juaristi y otro de Joan Maria Thomàs.
Gijón, octubre 2019.
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