LA MúSICA Y EL CINE. BINOMIO MÁGICO.
LA MÚSICA EN EL CINE DE HITCHCOCK,
MAGISTRAL CONFERENCIA DE EDUARDO GARCIA SALUEÑA.
“Un tipo en primer plano. Vamos a ver lo que está viendo. Supongamos que ve a una mujer con un bebé en los brazos. Ahora cortamos y recogemos su reacción ante lo que ve: él sonríe. ¿Cómo es el personaje? Es un hombre agradable, simpático... Ahora vamos a poner un plano de una chica en bikini. Él mira. La chica en bikini. Él sonríe... ¿Qué nos parece ahora? Un viejo verde (obsceno). Ya no es el mismo caballero a quien le gustaban los bebés. Ése es, para mí, el poder del cine.”
“Para mí, el cine son cuatrocientas butacas que llenar.”
“La duración de una película debe ser proporcional a la resistencia de la vejiga humana”.
Alfred Hitchcock.
El pasado 20 de mayo, organizado por el Foro Jovellanos del Principado de Asturias, tuvo el inmenso honor de presentar la conferencia (multimedia, como imágenes y sonido, como no podía ser menos) que nos brindó el gran musicólogo gijonés Eduardo García Salueña en el Instituto Viejo de nuestra ciudad, en la cual fue desgranando las claves musicales del cine del gran maestro del séptimo arte.
Todos los asistentes quedamos maravillados y esperamos poder contar en breve con un video de la conferencia a disposición de todo el mundo.
LA MUSICA EN EL CINE:
Ahora vemos como algo muy natural, algo muy importante, seguramente imprescindible, que en las películas haya bandas sonoras que acaban ligándose a la película en nuestra memoria.
Quien no recuerda las míticas escenas de “2001: ODISEA DEL ESPACIO” con la también espectacular música de “Así habló Zarathustra” de Richard Strauss o “El bello Danubio Azul” de Johans Strauss.
Pero ojo, hay películas sin banda sonora musical, dos ejemplos destacadísimos son:
“LOS PAJAROS” del mismo Hitchcock (utilizó un complicado aparato para imitar los sonidos de las agresoras aves)
Y un icono de movimiento DOGMA95 “LA CELEBRACIÓN (FESTEN)” de Thomas Vinterberg (1998).
Un ejemplo curioso es la exitosa cinta de Alfonso Cuarón “GRAVITY”, porque en su versión de cine si tiene banda sonora (de Steven Price y ganó un oscar) pero en DVD al año siguiente se lanzó una edición especial en Blu-Ray, con una versión que dejaba únicamente los gritos y jadeos desesperados de Sandra Bullock; que era la idea original del director.
Ojo en España solo hablamos de Banda Sonora, pero en USA habría que ser más preciso, ¡distinguiendo entre SOUNDTRACK (musi o canciones ya existentes que se incorporan al film) y SCORE (musi expresamente creada para la película).
EL ORIGEN DE LA MUSICA EN EL CINE:
La misma ya existía bastante antes de la aparición del sonido, al principio ya había la idea de acompañar las películas con música había sido utilizada. En las salas de cine de principios del siglo XX había un piano, un gramófono o incluso una pequeña banda u orquesta; pero su fin no era acompañar a las imágenes o la historia, sino principalmente evitar el ruido que hacían las bobinas de las cintas.
Más adelante, sin embargo, sí que surgió la idea de elegir la música en función de lo que se estaba viendo. Así, comienza a utilizarse música de grandes clásicos conocidos por el público aunque todavía no se podía llamar banda sonora.
En 1908 fue creada la primera banda sonora original (BSO) de la Historia. Durante ese año, dos compositores, Camille Saint-Saëns y Mihail Ippolitov-Ivanov, fueron los encargados de crear bandas sonoras originales para las películas EL ASESINATO DEL DUQUE DE GUISA” y “STENKA RAZIN”. Pero fue algo aislado, una excepción podríamos decir.
En 1914, lo que antes había sido puramente anecdótico empezó a coger fuerza, con cuatro películas con banca sonora original, destacando “CABIRIA” cuya partitura fue escrita por Joseph Carl Breil considerado uno de los primeros profesionales de bandas sonoras. En 1915, el número de películas con fondo musical creado específicamente para ellas aumentó hasta diez, cuatro de las cuales fueron compuestas por Breil, que realizó la partitura de una producción clave en la historia del cine: “EL NACIMIENTO DE UNA NACIÓN”.
A partir de este momento se empiezan a generalizar las composiciones y los estudios acaban teniendo sus propios compositores. Durante los años Treinta la música sufrió algunos cambios y tuvo un uso más selectivo para selectivo para remarcar escenas de la película. La profesionalización fue total y se cita a Erich Korngold y Max Steiner como máximos exponentes.
Desde ahí podemos dar un largo etcétera que daría para miles de páginas. Quizá la última gran revolución podría ser la de fue John Williams con sus orquestaciones revolucionarias que, junto con Steven Spielberg, rescataron la música orquestal completa que quizá había entrado en crisis. Parecía haberse olvidado la banda sonora instrumental y original, (había muchas demasiadas canciones prescindibles y grandes recortes presupuestarios). Y fue John Williams quien rescató la música instrumental del pozo donde había caído, un genio que ha logrado nada menos que cinco premios oscar (empezó con “EL VIOLINISTA EN EL TEJADO” y los cuatro siguientes, comenzando por “TIBURÓN” fueron en películas de Spielberg.
Es interesante comentar que el sintetizador se había puesto de moda, piénsese en Vangelis o Maurice Jarre. De hecho, cuando George Lucas contactó con Williams para que éste fuera el compositor de la música de “STAR WARS”, creía que utilizar el sintetizador sería perfecto y que además ayudaría a dar una perspectiva más futurista a la película. Sin embargo, Williams le propuso a Lucas utilizar una orquesta sinfónica completa, consiguiendo convencerla para una prueba con los créditos iniciales, juntándolos con las imágenes, lo que dejó totalmente maravillado y de ahí el espectacular resultado final.
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