LOS OSCAR 2019 (I)
“EL BLUES DE BEALE STREET”
NUEVO DRAMA DE CONFLICTO RACIAL,
MAS INJUSTICIA JUDICIAL, CON HISTORIA DE AMOR POR MEDIO.
“Pese a sus imperfecciones, América es mi tierra, mi casa. En vez de rendirse y perder la fe, creo que lo mejor es trabajar desde el interior para intentar cambiar las cosas y mi forma de hacerlo es a través de mis películas que intento tengan una esencia lo más auténtica posible”
Barry Jenkins.
“Por encima del talento están los valores comunes: disciplina, amor, buena suerte, pero, sobre todo, tenacidad.”
James Baldwin (exiliado en París).

Se trataba además de la adaptación de un relato del grandísimo escritos y activista político James Baldwin, del que ya escribí en su momento, a propósito del excelente documental sobre su vida, “I AM NOT YOUR NEGRO”, que no obtuvo premio en los oscar 2017, de forma sin duda injusta.
El director hace su trabajo con gran espero, dando gran importancia a la banda sonora (repite con el compositor y pianista Nicholas Britell) y especialmente a la fotografía, con un sensacional uso de los colores (algo sin duda simbólico, pues la coloración llamativa siempre les encanta a las personas de raza negra en USA para sus vestimentas), con la colaboración del diseñador artístico Mark Friedberg Ambos colaboradores son de raza blanca, la militancia no quita que el director se rodee de los mejores profesionales en su criterio profesional.
Este tema de los colores siempre le interesa mucho al director; no en vano en su película premiada en 2017 “MOOLIGHT”, pudimos apreciar una repetida atmósfera de color azul, que era totalmente lógica si nos fijamos en el título de la novela en que estaba basada, “In moolight blacks boys look blue”, del exitoso Tarell Alvin McCraney, dramaturgo y actor estadounidense que desde de julio de 2017 es nada menos que presidente de dramaturgia en la Escuela de Arte Dramático de Yale.
La película que comento ha funcionado muy bien y en la carrera de los oscar tuvo además un premio importante al conseguir el de la mejor actriz secundaria para Regina King(ya había conseguido el Globo de Oro), una poco conocida actriz con larga carrera de secundaria, que con merecimientos logra el gran premio a sus 48 años.
Sin embargo, de la misma forma que tampoco me gustó demasiado la oscarizada en 2017, la actual es muy mejorable al quedarse trabada en exceso en la carga estética y sentimental al contarnos la historia.

Gijón, abril 2019.
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