FALLECE EL GRAN DIRECTOR BERNARDO BERTOLUCCI
Hace pocos días falleció ese gran realizador italiano, un maravilloso amante y renovador del cine, con grandes dosis de intelectualidad, Bernardo Bertolucci.
Lógicamente, no hay tiempo ni espacio para poder dedicarle el homenaje que se merece, así como para comentar las anécdotas de todo tipo alrededor de sus filmes; habrá que hacerlo poco a poco.
La primera película que le vi fue la mítica “NOVECENTO”, de 1976 (se visionaba en dos partes dada su duración), obra maestra que es un gran fresco sobre las luchas entre el campesinado y la oligarquía terrateniente desde principios de siglo, unos convulsos momentos de la historia italiana, donde sale a relucir el ideario marxista del director, lo que no quita para que fuese una gran superproducción con estrellas internacionales incluidas.
Quedé maravillado, pues además era totalmente ignorante de que la carrera del director había arrancado mucho antes (la literatura fue su primera pasión y de la mano de Pasolini irrumpió en el cine con una fuerza arrolladora), siendo ya nominado al oscar al mejor guion adaptado por su película “EL CONFORMISTA” de 1970. E incluso ya había dirigido en 1972 la escandalosa “EL ULTIMO TANGO EN PARÍS”, que tantos años estuvo prohibida en España y los que podían se pasaban a Francia solo para verla y poder contarlo…; ya estuvo nominada por ella como mejor director en los oscar.
Y, paradojas de la vida, el oscar al mejor director y al mejor guionista se lo dieron por una superproducción estupenda, pero que carece de mensaje social o político: “EL ULTIMO EMPERADOR”, de 1987.
Muchas más cosas se podrían decir de él, pero no hay espacio. Ya en estas páginas hablé hace poco de “SOÑADORES”de 2003, alrededor de los hechos del Mayo del 68 francés.
Para finalizar, no me resisto a comentar la famosa escena de la mantequilla de la polémica pero quizá sobrevalorada “EL ULTIMO TANGO EN PARIS”, que al parecer se le ocurrió al director y a Marlon Brando en un desayuno, cuando el actor untaban su tostada, lo que luego el director se le ocultó a la pobre María Schneider, para que al firmarla la actriz no actuase, sino que sintiese que realmente la estaban forzando y humillando.. Algo que hoy día posiblemente no hubiese sido posible y hubiese metido en un gran lío al director y al actor.
Descanse en paz.
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