“FORREST GUMP” Y “THE FORREST ROCK BAND”

 DOS EXPERIENCIAS SENSACIONALES

El pasado jueves tuve el privilegio de asistir a uno de los mejores conciertos del verano, en la carpa del Jardín Botánico de Gijón. Pensar en estar dos horas con todas las canciones de la maravillosa banda sonora de la película (uno de sus grandes méritos, entre muchísimos que acumula) hicieron que no me lo pensara dos veces para ir corriendo a por mis entradas. Y la sorpresa fue mayúscula cuando los músicos y cantantes eran de lo mejor que había visto en mucho tiempo… Y en medio de todo ello, mi amigo el periodista Teté (Alfonso) Bonilla, del que no puedo decir que fuese el líder (sí parecía coordinador, aunque el director musical es el batería Miguel Herrero), pues todos estaban en un plano de igualdad absolutamente acorde con los méritos que derrochaban en el escenario.

No me resisto a copiar su propia presentación:

Espectáculo en directo realizado por una superbanda de 8 músicos que recrean la mayoría de las canciones de la película Forrest Gump. 
Si hay una idea loca y apasionante de producir es sin duda esta: “recrear en directo la banda sonora de una de las películas más grandes de la historia del cine”, nos referimos a Forrest Gump.
Si ya la suite que compuso Alan Silvestri es de una calidad suprema, llena de emoción, ternura, tristeza y optimismo, todo al mismo tiempo, el regalazo que nos dio Robert Zemeckis, reuniendo más de 30 canciones, que han conformado la historia musical de Estado Unidos de América en el siglo XX, es impagable.
La banda:
Sandra Luisquiños, voz
Tete Bonilla, saxo y voz
Miguel Herrero, batería y voz
Rafa Kas, guitarras y voz
Cabin, bajo (J.C.Cabo)
Tino Cuesta, teclados, saxo y coros
Chez Garcia, hammond, piano, coros
Quique Luisquiños, guitarra y voz

En Gijón, sin embargo, no estuvo Rafa Kas y sí actuaron Juan Pevida(guitarra) y Nacho Felipe(Guitarra y voz).

La idea surgió del promotor Beznar Arias y es un espectáculo para recintos más grandes (debutaron en el Teatro Palacio Valdés de Avilés) por lo que tuvieron que hacer adaptaciones y quitar cosas (como el famoso banco del cartel de la película o no contaron con una pantalla más grande y elevada del suelo) para un recinto más pequeño como es el Botánico; pero eso demuestra su versatilidad y buen hacer en cualquier situación.

La película, de 1994, fue la gran triunfadora en los oscar con seis estatuillas: mejor película, mejor director (Robert Zemeckis), mejor actor, mejor guion adaptado (Eric Rothtrabajando sobre la exitosa novela de Winston Groom, de la que no se usan todos los capítulos, sino los doce primeros y luego se pasa al último; el escritor hizo una segunda parte, pero ya no se llevó al cine por efecto del atentado de las Torres Gemelas),  mejor montaje y mejores efectos visuales.

 Y de la misma poco puedo ya decir que no se haya dicho, es una absoluta gozada, ironizando además con la vida y la propia historia USA, sirviendo para crear un personaje (interpretado magistralmente por un Tom Hanks impagable, en una de las mejores interpretaciones de su carrera, habiendo ya ganado el oscar el año anterior por “Philadelphia”), que se ha convertido en un mito cultural moderno (cuantos veces no hemos dicho, en plan de coña, de una persona que es un poco corta, pero no lo sabe, que es un …gump). Lo que si debo confesar es que en un principio me negué a ir a verla al cine, pensando que era una mala comedia, producto descerebrado típico made in USA… Craso error. Luego la he visto infinidad de veces y siempre con la misma pasión y el mismo gozo.


 Agosto 2018.

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